Miles de compañías, entre las 4.500 que compraron petróleo y vendieron bienes a Iraq en el marco de un programa de la ONU, están siendo investigadas por pagos de comisiones clandestinas, sobornos y sobreprecios ilegales, informó el martes un investigador del caso.

Una indagación de Naciones Unidas sobre el ya difunto programa "Petróleo por Alimentos", planea efectuar en septiembre un análisis amplio sobre el papel de ese organismo y otras agencias en la administración del plan de 64.000 millones de dólares para Iraq.

Otro informe en octubre proporcionará los resultados de investigaciones sobre miles de empresas que compraron petróleo o vendieron alimentos, medicinas y otros bienes.

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"Nuestro último informe va a tratar de algunas de las miles de compañías de diez países que pagaron comisiones ilegales, que pagaron sobornos para solicitar adjudicaciones de petróleo y la ventas de bienes humanitarios", dijo el juez sudafricano Richard Goldstone, uno de los comisionados que dirigirán la indagación.

Goldstone, en una entrevista con un programa de la BBC, dijo que se darán los nombres de las empresas y de las personas que se vean involucrados y que éstos tendrán la oportunidad de responder.

El programa de la ONU, que comenzó en diciembre de 1996 y terminó a fines del 2003, fue desplegado para mitigar el impacto de las sanciones económicas impuestas después de que Irak invadió Kuwait en 1990.

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Pero a Iraq se le permitió elegir a los contratistas, lo que dejó un gran margen para el fraude.
Goldstone añadió que el informe de octubre también "tratará el gran contrabando de petróleo" durante el régimen de Sadam Husein.

El lunes la investigación liderada por Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal estadounidense, publicó un explosivo informe interno en el que se acusaba a Benon Sevan, el chipriota jefe del programa, de recibir comisiones por unos 150.000 dólares.

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También acusó a un responsable de adquisiciones, el ruso Alexander Yakovlev, de aceptar sobornos por aproximadamente un millón de dólares por los contratos que negoció, la mayoría de ellos por fuera del programa.

"Hay altos funcionarios de Naciones Unidas", dijo Goldstone a Reuters en una entrevista. "Es algo muy serio para cualquier organización tener a altos funcionarios beneficiándose ilegalmente".

Goldstone desestimó investigaciones del Congreso de Estados Unidos que lo criticaron por no haber mostrado documentación sobre sus acusaciones.

"Si alguien ... esperaba que mostremos todos nuestros documentos antes de que la investigación termine, para el escrutinio público, se trata de una manera ridícula de sugerir que una investigación como la nuestra debe ser llevada a cabo", dijo.

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Añadió que aunque había un "interés genuino" por parte del Congreso en probar la corrupción en el programa, la política tenían un papel importante.

"Mi impresión es que, con fines políticos, muchos miembros del Congreso quieren involucrarse en esto porque les viene bien políticamente. Es buena publicidad. Logran tiempo en televisión", afirmó.