La inversión en franquicias locales no se ha detenido en el país. Un análisis realizado por el Departamento de Comercio de Estados Unidos en el 2004 señala que hubo un incremento de la actividad en un 6% en el Ecuador.

Aunque datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos revelan que solo el 8% del mercado de las franquicias en el Ecuador está compuesto por negocios locales, en Guayaquil sigue ampliándose la inversión dirigida a este sector.

En febrero pasado se establecieron dos nuevas marcas: Mango’s y Mr. Obleas.
Para obtener el capital inicial destinado al primer negocio, alrededor de 4 mil dólares, Germán Salazar conformó una sociedad con su hermana.

Salazar comenta que la idea de crear ambas empresas surgió en Colombia, de donde es oriundo, pero decidió implementarla en el Ecuador “porque ser un mercado poco explotado”.

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Dentro de la inversión, indica, se incluyen equipos, uniformes, ingredientes y el carrito para la venta; tres de estos últimos se han instalado en la ciudad desde la apertura del negocio. Dos empleados trabajan en cada uno y comercializan, por un dólar, el mango en diversas presentaciones (trozos y tiras), acompañado con dulces como leche condensada y mermelada.

Salazar estima que unos 150 clientes por día adquieren su producto.
En Mr. Obleas, que vende “moldes parecidos a las hostias con mermelada y dulces al gusto del cliente”, colocó un capital similar. Ambos negocios están ubicados en el Mall del Sol (norte de Guayaquil).

El empresario planifica equipar, a corto plazo, otras carretillas en el centro comercial San Marino y en otros puntos céntricos de la ciudad.

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En su informe, el Departamento de Comercio norteamericano calcula que cerca de 80 franquicias operan en el Ecuador (entre nacionales y extranjeras).

El crecimiento del sector local se ve reflejado, además, en su nivel de ventas. En el 2003, según el documento, las franquicias nacionales recibieron 4 millones de dólares y en el 2004 la cifra se elevó a $ 10 millones. Para el 2005 se proyecta un resultado similar, que se elevará a un aproximado de $ 12 millones en el 2006.

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Eduardo León, jefe de servicio al cliente de Juan Chichero, otra de las franquicias locales que ofrece su servicio en Guayaquil, expresa que pese a la incursión de otras marcas en el mercado su negocio se mantiene rentable.

“Aún después de vender la franquicia al nuevo empresario –que asume el costo– se le hace un seguimiento para ver cómo le fue en el negocio y hemos visto que Juan Chichero sigue teniendo acogida”, sostiene.

Una estrategia de asociación que, según Joaquín Zevallos, presidente de la Asociación de Franquicias del Ecuador, permite que las pequeñas empresas locales se conviertan en exitosas franquicias.

 

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