El ministro de relaciones exteriores palestino, Nasser Al-Qidwa, afirmó ayer que la próxima retirada israelí de la franja de Gaza no significaba el fin de la ocupación, ya que los palestinos no pueden ejercer una plena soberanía.

“Los israelíes van a salir de toda la franja de Gaza, pero Israel mantendrá su control sobre el espacio aéreo, las aguas territoriales y, parcialmente, sobre los puntos de cruce. Esto significa que los movimientos de las personas y  el contacto con el extranjero seguirán estando controlados por Israel”, declaró Qidwa.

“Es cierto que estaremos a cargo de gran parte de la vida diaria de los ciudadanos de la franja de Gaza, pero no gozaremos de soberanía”, dijo.

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Qidwa, sobrino del jefe histórico de los palestinos, Yasser Arafat, estimó que la “colonización (judía) en la franja de Gaza se irá para siempre” con la retirada israelí.

Sin embargo, aseguró que la partida del ejército israelí y de los colonos de la franja de Gaza, 38 años después de la conquista de este territorio, “no  significará el fin de la ocupación”.

Mientras, el Ejército israelí busca a nueve soldados que han desertado y se han llevado sus armas, dijo ayer el ministro de Defensa, Saúl Mofaz.

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Mofaz explicó en la Comisión de Asuntos Exteriores y de Defensa del Parlamento que cientos de soldados han desertado del Ejército pero solo nueve están armados.

Los soldados están en la lista de desertores del Ejército, en la que estaba Eden Natan Zada cuando perpetró el ataque el jueves pasado en un autobús de línea en la ciudad de Shfaram (al norte de Israel) y mató a cuatro ciudadanos árabes israelíes, tras lo que murió linchado por una multitud.