Con el cierre de las vías de acceso al cantón, la destrucción de negocios y la quema de un carro de la Municipalidad, ayer se intensificó el paro que mantiene hace más de un mes un grupo de habitantes de Chone que pide la destitución del alcalde Eliécer Bravo (PSC).

Anoche, un grupo de manifestantes protagonizó un enfrentamiento con la policía que custodia la casa del Alcalde, que dejó como resultado un gendarme y cinco huelguistas heridos.

Mientras que en la mañana cerca de 100 manifestantes obligaron a los dueños de negocios a cerrar sus locales y quienes se oponían eran afectados con la destrucción de las vitrinas como el caso de la botica veterinaria de Fabián Villavicencio.

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Luego, un grupo de diez encapuchados fuertemente armados se apoderó de una camioneta doble cabina del Municipio, en la que se movilizó para amenazar a comerciantes e instituciones para que estén a favor de la medida.

A las 11h00, los manifestantes quemaron un vehículo Trooper del Ministerio de Obras Públicas en comodato con el Municipio, en el puente Otto Arosemena Gómez.

Miembros de la Policía intervinieron, lo que originó un enfrentamiento.

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Los huelguistas criticaron la acción de los uniformados porque habían pedido al gobernador, Hugo Vargas, que la Policía no intervenga, porque según ellos, la única intención es terminar con los actos de corrupción cometidos por el Alcalde.

El comandante de Policía de Chone, coronel Silvio Álvarez, indicó que ellos actuaron a fin de calmar los ánimos y evitar la destrucción de la propiedad privada y pública.

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Cierre de vías
Los accesos a la ciudad están bloqueados por los responsables del paro, lo que impide el ingreso de personas así como de víveres.

Las clases fueron suspendidas por el director intercantonal de Educación, Ramón García, a fin de garantizar la integridad de los estudiantes.

“Estamos convocando a las fuerzas representativas del cantón para conformar un comité que medie en esta situación y que la paz vuelva a nuestros hogares”, dijo Marcos Zambrano, decano de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, extensión Chone.

Los habitantes del cantón viven con preocupación e incertidumbre por los actos de violencia.

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“Si a mí me obligan a cerrar mi negocio juro  que uso esta pistola que tuve que comprar así me maten, yo primero me llevo unos dos como mínimo”, expresó un comerciante, quien prefirió no dar su nombre pero que rechaza las protestas.

Mientras, el alcalde Bravo aseguró que seguirá trabajando en su domicilio y para hoy tiene prevista una reunión de Concejo para analizar la crisis del cantón.