La muerte del cantante Ibrahim Ferrer, una de las figuras más rutilantes del famoso elenco de leyendas del proyecto Buena Vista Social Club, constituye una sensible pérdida para la música tradicional cubana.

Ferrer, nacido en 1927 en la ciudad oriental de Santiago de Cuba, falleció a media tarde del pasado sábado en un hospital de La Habana, donde fue ingresado a causa de una dolencia gastrointestinal.

El artista, de 78 años, regresó el pasado miércoles de Europa, donde promocionó su último disco Mi sueño. A bolero songbook, una colección de boleros añejos con los que se distanció del tradicional son cubano que marcó su carrera. En la gira visitó Holanda, Suiza, Austria, Reino Unido, Francia y España.

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Con el material, el cantante confesó en Barcelona haber hecho realidad un viejo sueño. “Terminó la gira con mucho valor y éxito”, declaró Caridad Díaz, viuda de Ferrer, quien ganó fama internacional tras integrar Buena Vista Social Club, en 1997.

Ferrer acumuló en los últimos años varios Grammy, numerosos discos de oro, el premio MOBO del Reino Unido y un galardón en la categoría Músicas del Mundo en América de la BBC Radio 3, en el 2004.

El entierro del artista está previsto para hoy, pues se espera el arribo de Argentina de uno de sus hijos.