“Nuestro peor resultado es superior al mejor resultado que se obtiene en el fútbol, donde se invierte mucho más dinero”

El ecuatoriano Jefferson Pérez, 31 años, que ganó el sábado los 20 km marcha del Mundial de atletismo de Helsinki, su segundo  título consecutivo, dejó entrever que podría prolongar su carrera deportiva hasta los Juegos de Beijing 2008, en busca de su segundo oro olímpico, pero para ello debe sentirse más mimado.

Pese a que después de ser cuarto en Atenas 2004 anunció que esos serían sus últimos Juegos Olímpicos, Pérez dejó abierta una esperanza tras  vencer en Helsinki.

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“El cuerpo es como una batería recargable. Piensas que te puede durar diez horas y al final son doce”, afirmó como un indicativo de que puede buscar su segundo oro después de Atenas.

El triunfo en Helsinki lo ha alentado. El recuerdo del oro de Atlanta 1996 es el más lindo que tiene y lo quiere repetir, ya que en Sydney 2000 y en Atenas 2004 solo pudo ser cuarto en los 20 km marcha.

Pérez tendrá 34 años en Beijing 2008, y el ejemplo del polaco Robert Korzeniowski, que ganó el oro en 20 y  50 km en los Juegos de Atenas del 2004, a sus 36 años, podría animarlo a continuar.

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El andarín ecuatoriano quiere estar presente en China, pero parece dar la impresión de que busca que le mimen los dirigentes de su país.

“Un atleta, en lugar de estar  concentrado en la competencia, tiene que resolver problemas como estos”, señaló.

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Si Ecuador lo empuja, Pérez seguiría hasta los Juegos Olímpicos de Beijing, pero para ello pide un poco más de mimo.

Elogios españoles
La actuación de Pérez en el Mundial de Helsinki generó elogios para el cuencano en la mayoría de los periódicos de España, que superó a dos marchistas de ese país (Fernández y Molina).

El periodista Alfredo Relaño, en su columna de ayer en la edición electrónica del diario  AS (www.as.com), dijo: “Jefferson Pérez en todo lo alto, Paquillo y Molina a sus lados. Una hermosa compensación al esfuerzo de tantos ecuatorianos que buscan su futuro aquí, entre nosotros, a diez mil kilómetros de su tierra, de sus familias. Me gustó que Pérez  brindara su victoria a todos los ecuatorianos que trabajan en España, que ayer (el sábado) sin duda saltarían de felicidad con la gesta de su héroe. El deporte no da soluciones, pero sí da alegrías incomparables”.