Los compatriotas expresan que debido a la falta de un trabajo fijo se ganan la vida en el negocio informal.

“Al que madruga Dios le ayuda”, amparada en este dicho popular, Germania Guamán, espera pacientemente a sus clientes en la puerta del consulado de Ecuador en Milán para ofrecerles “las ricas empanaditas de verde”.

Este negocio ambulante por estar al margen de las leyes sanitarias italianas le ha creado más de un contratiempo, sobre todo con el cónsul ecuatoriano con quien “ha litigado permanentemente”. El extremo de esta pugna le llevó incluso a ser detenida por la policía conviertiéndose en una de sus peores experiencias.

“De alguna manera me tengo que ganar la vida”, expresa la mujer.

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Con este mismo argumento numerosos compatriotas se ubican en los parques de la ciudad donde se concentran los ecuatorianos y desafiando a la policía municipal venden comida, helados en palito, bolos, cervezas, música y videos “piratas” entre otros productos.

Las ventas se producen en medio de la pugna con la policía municipal que prohíbe este tipo de negocio informal, al margen de la ley. Los Carabinieri (policía-militarizada) en una ocasión detuvieron a Germania porque justamente ese día no portaba pasaporte.

Guamán comenta que tras las continuas contiendas con el cónsul, este se dio por vencido y terminó sugiriéndole que venda las empanadas al menos a 50 metros de distancia de las oficinas consulares.

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La mujer para captar a sus clientes, en base a la sugerencia de la propia policía, se ingenió una forma más diplomática de vender sus “ricas empanaditas de verde”: llevar a los consumidores al interior de su auto que previamente lo estaciona muy temprano cerca del consulado y por ser propiedad privada los gendarmes no pueden ingresar en su interior.

Para cumplir con este cometido Germania, de 45 años, oriunda de la provincia de Los Ríos se acerca a sus compatriotas y hábilmente les explica la bondad del producto, los convence para que ingresen a su comedor sobre ruedas en donde en una media mañana, al precio equivalente de tres dólares, vende hasta 40 empanadas de plátano verde con carne, maní y “otras hierbitas” que le dan la sazón ecuatoriana.

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Este negocio informal funciona de lunes a viernes de acuerdo al horario del consulado. Paralelamente también tiene una especie de sucursal en el Banco Cesari Ponti ubicado en el corazón de Milán (Piazza del Duomo) a donde acuden cerca de 200 ecuatorianos diariamente para enviar dinero a sus familiares.

“El gerente del banco me conoce y me deja no más vender las empanadas siempre y cuando los clientes las lleven afuera y no las coman en el interior”, confiesa.

Pero la fama de las empanadas de Germania rebasa las fronteras del territorio milanés y llega incluso a Génova especialmente los fines de semana. Justamente en las afueras de la iglesia Santa Caterina, al final de la misa dominical, su ayudante vende las empanadas a los inmigrantes ecuatorianos y a veces a unos pocos peruanos que tienen la curiosidad de probarlas.

“He ido incluso a Turín y a Bolonia con mis empanadas”, afirma Germania, cuya actividad la desarrolla desde hace tres años.

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Ella estima que su licenciatura en cocina, la experiencia como administradora del restaurante del Ministerio de Agricultura y Ganadería en Quito, sus trabajos en el Banco Central, Municipio de Machala y el Congreso Nacional le ayudaron a formarse para enfrentar este reto y salir adelante con sus tres hijos con los que vive en Italia.

Los ahorros por las cinco horas de trabajo diarias de limpieza, la venta de las empanadas y eventualmente la de otras comidas típicas como el cebiche de camarón y el caldo de bolas, durante estos últimos años le han generado las utilidades suficientes para, en sociedad con un ciudadano italiano, inaugurar próximamente el restaurante ecuatoriano Costa Azul, ubicado en una zona comercial de Milán.

“Este sueño que se me ha cumplido es fruto de la perseverancia con la cual se alcanza el éxito y además, de las constantes peleas con las autoridades del consulado”, dice Germania riéndose a carcajadas.

EXTRANJEROS

200 MIL
Según datos estimados de entidades ecuatorianas en Italia, unos 200 mil compatriotas residen en ese país entre legales e indocumentados.

CIUDADES
Milán, con el 35%; Roma, 30%; Génova, 30% y otras, el 5%, son las ciudades con mayor población de compatriotas residentes en Italia.

OCUPACIÓN
La mayoría de la población es femenina y se dedica básicamente a la asistencia de ancianos, limpieza en casas, edificios públicos y privados, cuidado de niños y trabajos de obreras en pequeñas fábricas. El sector masculino en cambio realiza tareas de limpieza, albañilería, pintura de casas y mensajería.

CONCENTRACIONES
Los lugares de concentración masiva de los ecuatorianos se dan en los parques poco concurridos por los ciudadanos italianos, o los que han sido desplazados por la presencia de los inmigrantes.

GÉNOVA Y ROMA
En Génova los ecuatorianos se concentran en el Centro histórico en el sector conocido como Via della Magdalena, Via Pre y en la zona portuaria, junto al Acuario, uno de los más importantes de Europa. En Roma la concentración es más evidente en el parque ubicado al frente del Coliseo Romano.

DESÓRDENES
Los desórdenes por la venta de comida, bebidas y licores, la música y sobretodo la suciedad que resta después de las concentraciones crea el malestar de los ciudadanos italianos y de las autoridades locales.

EXTRANJEROS
El 2,3% de la población italiana, 1’334.889 personas, son extranjeros residentes legales en el país, casi cuatro veces más que hace diez años, según los últimos datos presentados sobre el censo del 2001 por el Instituto Nacional de Estadística (Istat).

NACIDOS EN ITALIA
De los 1,3 millones de extranjeros, hay 159.060 que nacieron en Italia. Los que han obtenido la nacionalidad italiana por matrimonio, adopción u otros casos son 285.782.