Días atrás se publicó una carta que se refiere al tema aletas de tiburón.

Como representante del sector atunero, comparto la preocupación inmersa en el tema,  al igual que la mayoría de ecuatorianos. Sin embargo, el tema tiburón trasciende a otros planos, como el técnico y socioeconómico, serán los expertos quienes sustenten recomendaciones fundamentadas científicamente para que las autoridades pertinentes adopten las medidas de conservación más adecuadas.

Por otro lado, la confusión que genera al lector, cuando del tema tiburón que es un recurso que lo capturan los pescadores artesanales, cambia bruscamente y enfoca el tema de la pesca industrial, haciendo gala de un desconocimiento absoluto sobre la actividad pesquera industrial.

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El armador atunero a más de disponer con la inversión de la embarcación, este debe financiar la operación de la embarcación en su totalidad para realizar una actividad de alto riesgo económico. El pescador, por su parte, gran artífice en las operaciones, cuenta con las facilidades de habitalidad, alimentación y seguridad a bordo que requieren las autoridades pesquera y marítima antes del zarpe. La remuneración que reciben está de acuerdo con el nivel de su especialización, asunto similar en toda actividad productiva.

Lucía Fernández de De Genna
Presidenta de la Asociación de Atuneros del Ecuador
Manta