El avión de Air France accidentado el martes en Toronto aterrizó más lejos de lo previsto en la pista, indicaron ayer los investigadores, lo cual podría explicar que no haya podido detenerse a tiempo, para terminar su recorrido en un foso antes de incendiarse, afortunadamente sin causar víctimas.

El jefe de la investigación, Real Levasseur, dijo que el vuelo 358 de Air France había tocado tierra cerca del medio de la pista de 2.800 metros, lo que explicaría que no haya podido detenerse a tiempo.