"Hay 37 millones de ciegos en el mundo. En algunos casos, la pérdida de la visión puede ser prevenida y en otros revertida. Nuevos dispositivos traen renovadas esperanzas para algunas patologías."

La pérdida de la visión es una patología con cifras muy preocupantes: según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2002 había más de 161 millones de discapacitados visuales en el mundo, 124 millones de los cuales tenían muy baja visión y 37 millones eran totalmente ciegos. En América Latina se estima que por cada millón de habitantes hay en promedio 5 mil ciegos y 20 mil personas con una disminución visual significativa.

Aunque la ceguera es una, puede estar producida por diversas causas. Entre las principales y las de mayor incidencia aparecen en primer lugar las cataratas (que se manifiestan como nubosidad en el lente del ojo, que va obstruyendo el paso de la luz) que generalmente se desarrollan como consecuencia del normal envejecimiento. Sin embargo, también pueden estar originadas por lesiones en los ojos, algunas enfermedades como la diabetes y por herencia genética.

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En segundo lugar se encuentra el tracoma, una infección crónica y contagiosa en el párpado y en la córnea, causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. El tracoma se encuentra en todo el mundo, especialmente en zonas rurales de países en desarrollo y se contrae por contagio directo con secreciones que contengan la bacteria.

La oncocerciasis, también llamada "ceguera de río" es otra de las principales causas de la pérdida de la visión. Se trata de una enfermedad parasitaria que se transmite por la picadura de la mosca negra, que habita en áreas fértiles cercanas a los ríos.

Por otro lado, en los niños, la ceguera puede estar causada, entre otros factores, por deficiencia de vitamina A, sarampión, conjuntivitis en recién nacidos, y también la retinopatía debida a la prematurez.

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Afortunadamente, la primera causa de ceguera -las cataratas- aunque no puede prevenirse es evitable, ya que estas pueden ser removidas gracias a una cirugía relativamente simple. De hecho, en Estados Unidos la operación de cataratas es la más frecuente.

También se puede evitar la ceguera en el caso del tracoma, que es responsable de más de 5 millones de ciegos en el mundo, si apenas diagnosticada la infección se comienza una terapia sistémica con antibióticos orales. También se puede recurrir a la cirugía de deformaciones de los párpados para prevenir la cicatrización crónica que también puede llevar a la ceguera.

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Para aquellos afectados con oncocerciasis (18 millones en todo el mundo), el único tratamiento que previene el de- sarrollo de la ceguera consiste en una dosis anual de ivermectina. En los niños se combate la ceguera infantil a través de suplementos de vitamina A, controlando periódicamente y promoviendo el cuidado primario de los ojos.