El seleccionador brasileño, Carlos Alberto Parreira, ya no considera al delantero Ronaldo, jugador del Real Madrid y goleador del Mundial 2002, como un titular indiscutible en el equipo cinco veces campeón del mundo.

"Ronaldo aún es uno de los mejores atacantes del mundo, pero (su lugar como titular) va a depender de él. Brasil tiene excelentes opciones para sustituirlo", afirmó el técnico en una entrevista publicada hoy por el diario Folha de Sao Paulo.

El seleccionador, que dejó por fuera a Ronaldo de los convocados para la Copa de las Confederaciones, hizo referencia a los atacantes con los que Brasil conquistó dicho título en junio pasado en Alemania.

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Entre los delanteros convocados para la Copa de las Confederaciones estaban Ronaldinho Gaúcho (Barcelona, español), Robinho (en el Santos pero fichado por el Real Madrid), Julio Baptista (Real Madrid) y Adriano (Inter, italiano).

"Adriano creció en el momento decisivo y mostró madurez y fuerza para decidir. Está hace cinco años en Europa y evolucionó mucho", aseguró Parreira al referirse al atacante que ocupó el lugar titular que era de Ronaldo en la selección brasileña.

"La selección no puede depender exclusivamente de un jugador. Eso es histórico. Brasil nunca dependió de apenas un jugador para vencer", agregó el seleccionador al ser interrogado sobre si Ronaldo no hizo falta en el partido por las eliminatorias mundialistas de junio pasado en que la selección brasileña fue derrotada por la argentina.

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"Pese a haber perdido a Pelé, Brasil fue campeón en el Mundial de 1962 (Chile). Así como Pelé en 1970 (México), Romario fue importante en la conquista del Mundial de 1994 (EEUU) y Ronaldo decisivo en la de 2002 (Japón y Corea del Sur), pero no ganaron solos", agregó.

Según el seleccionador brasileño, el equipo no puede depender de Ronaldo pese a que él es un "fenómeno".

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Sobre el supuesto favoritismo de Brasil en el Mundial de 2006, y aunque aún no garantizó su
clasificación, Parreira dice que eso se ha convertido en un problema.

"Siempre que Brasil llegó a un Mundial como favorito le fue mal. Sólo ganamos cuando llegamos sin créditos a una Copa. Ese es un paradigma que tenemos que cambiar y es mi actual desafío", afirmó.
El seleccionador insinuó que hasta los árbitros pueden conspirar contra el favorito. "Lo que está claro es que no tendremos la simpatía de los árbitros", dijo.

"Imagine la situación de las federaciones y las selecciones europeas viendo a Brasil coronarse campeón en Europa. Los europeos van a hacer de todo para impedir eso y nosotros tenemos que estar preparados. No será apenas una Copa, será una verdadera batalla, una guerra", completó.