Empresarios brasileños propusieron el viernes al presidente Luiz Inácio Lula da Silva la adopción de una política fiscal más rigurosa, que aumente la actual meta de ahorro presupuestario, en momentos en que el gobierno del mandatario enfrenta una aguda crisis.

Lula recibió a representantes de la industria, el comercio, la banca y la agricultura, en una reunión en la que los empresarios, preocupados por evitar que el cuadro político afecte a la economía, le entregaron un documento titulado Agenda Mínima.

El documento propone elevar la actual meta de superávit presupuestario primario del 2005, actualmente fijada en un 4,25 por ciento del Producto Interno Bruto.

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"La profundización del uso del ancla fiscal en el proceso de estabilización amplia de la economía agregará mayor calidad a la política fiscal, dándole mayor transparencia, credibilidad y efectividad", puntualizó el documento.

Los empresarios acompañaron la propuesta con el pedido de una "investigación rigurosa" de las denuncias de corrupción, que señalan que el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula pagó mesadas a legisladores a cambio de su apoyo al gobierno.

"El escenario político y las eventuales consecuencias de las investigaciones no deben llevar al país a la parálisis, al déscrédito y a la pérdida de confianza en el futuro", indicaron los empresarios en el documento entregado a Lula.

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Las acusaciones provocaron una aguda crisis política, la peor desde que Lula asumió la presidencia en enero del 2003, y varios funcionarios renunciaron, entre ellos el jefe de gabinete del gobierno, José Dirceu.

La cúpula del PT también renunció y en el Congreso se tramitan pedidos de anulación de mandatos de varios legisladores, cuyos nombres aparecen en listas de presuntos beneficiarios de dinero salido de cuentas bancarias de un empresario acusado de operar los sobornos.

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El ex tesorero del PT Delubio Soares, uno de los acusados junto a Dirceu de montar el esquema y que renunció al cargo, niega la existencia de sobornos y asegura que el dinero era en realidad usado para financiar gastos políticos.

Los empresarios pidieron a Lula acciones en áreas de infraestructura, tributos y regulación, además de una reforma del Estado que sirva para cortar gastos y un cambio en el sistema político del país.

Según analistas, la economía de Brasil crecerá este año menos de lo esperado a principios del 2005, en parte debido a la parálisis de las actividades del Congreso, concentrado en las investigaciones de los denunciados hechos de corrupción. 

 

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