ID cuestiona el sistema de elección por distritos para diputados, porque dice  atenta con la visión nacional de la función de los legisladores.

Durante su evaluación de los 100 días de administración gubernamental, difundida en cadena nacional el martes en la noche, el presidente de la República, Alfredo Palacio, insistió en su propuesta de distritalización para las dignidades de elección popular.

Lo que el régimen propone según su proyecto es que para la elección de consejeros provinciales, concejales municipales y diputados se utilice este mecanismo: “Una gran ciudad tendrá varias unidades distritales  que eligen a sus representantes provenientes de esas unidades. Pequeños cantones se agrupan en unidades distritales que eligen representantes que provienen de esa unidad”. 

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En su iniciativa, el régimen mencionó las ventajas de su propuesta: “Los representantes provienen de todos los distritos, cantones, juntas parroquiales y barrios. Desconcentra, democratiza el poder político, aun de los partidos,  y  da fuerza a las autonomías”.

Entre las desventajas, aseguró que se pierde la visión nacional, “por favorecer el interés de lo local”, pero que esto  se corrige eligiendo, conjuntamente con los representantes distritales, a dignidades nacionales, regionales o provinciales. Por esa razón, afirmó, se plantea la bicameralidad.

Pero según Ricardo Noboa, ex presidente del Consejo Nacional de Modernización (Conam), la idea de hacer distritos electorales no es nueva, él ya presentó un proyecto sobre ese tema que se discutió en la Asamblea Constituyente de 1997, al cual los partidos políticos mayoritarios se opusieron porque supuestamente no hubo estudios de fondo.

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Explicó además que en el gobierno de su hermano Gustavo Noboa, cuando se planteó la reforma política,  también se propuso la bicameralización del Congreso Nacional. “Con un Senado diferente al que propone Palacio, el nuestro no era de un representante  por provincia, equilibrado regionalmente eran diez senadores de la Costa, incluyendo Galápagos, y diez de la Sierra junto con la Amazonia”.

En el tema de los distritos, en cambio, se parece un poco a la del actual régimen, pues se sugirió crearlos por cada 160 mil habitantes y cada provincia que tenga menos población que esa tenía derecho por lo menos a un diputado. Así se elegía a 81 legisladores, de los cuales 38 eran costeños, 36 serranos, 6 eran del Oriente y uno de Galápagos.

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Noboa afirmó que para aplicar el sistema distrital al Tribunal Supremo Electoral le podría tomar 30 días dividir al país en distritos y que es lógico apuntar hacia ese sistema, luego de que los ecuatorianos se pronunciaron por tener un voto personalizado en la consulta popular del ex gobernante Fabián Alarcón, en 1997.
La negativa de los partidos políticos a este sistema radica, según Noboa, a que bajo la modalidad distrital las organizaciones políticas deberán mejorar la calidad de los candidatos que propongan, pues se eliminaría el voto en plancha.

En cambio, Luis Eladio Proaño, consultor político, aseguró que con la distritalización partidos como el PSC, ID o PRE perderían representación en el Parlamento. “No es que si usted gana la mayoría de los votos en Guayas se lleva una cantidad  de diputados, no, va a tener que pelear la representación por distritos”, dijo.

Sin embargo, Guillermo Landázuri, presidente nacional de la Izquierda  Democrática, consideró que no se trata de más o menos representantes, sino que los legisladores tienen que actuar con visión nacional.  “Yo lo veo aplicable (el sistema de distritos) para  los concejos municipales, donde las visiones de las parroquias o barrios pueden estar directamente representadas. Además creo que propenderá al cacicazgo en los distritos que podrían caer incluso en la manipulación”, aseguró.

El ex ministro de Gobierno, Jaime Damerval, coincidió en que se aplique a los concejales y consejeros provinciales que son los que construyen obras públicas, y dijo que es un error  usarlo para los diputados, cuya función es legislar y fiscalizar para todo el país.

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