Debieron usarse el 24 de julio pasado, cuando Liga de Quito se proclamó vencedor del torneo Apertura en la final de vuelta contra Barcelona. Ese día la invasión de público al terreno de juego del estadio Casa Blanca lo impidió.

Fueron guardados y se esperó el momento oportuno, que fue ayer. Entonces sí, los juegos pirotécnicos iluminaron la noche en que Liga recibió el trofeo de campeón y sus jugadores dieron la vuelta olímpica que habían postergado.

La celebración, realizada antes del inicio del partido contra Deportivo Quito, fue un tanto fría. No más de seis mil aficionados la presenciaron. Entre los futbolistas estuvo ausente Ariel Graziani, que convalece de una lesión.

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Sí estuvo presente la voz de Freddy Mercury, convertida en un clásico mundial en todo festejo de un título. La canción We are the champion acompañó al capitán albo Alfonso Obregón que levantó la Copa entregada por Carlos Villacís, vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol.  Obregón tuvo el trofeo poco tiempo entre sus manos porque sus demás compañeros también querían elevarlo, entre ellos Álex Aguinaga, quien obtuvo su primera corona en el fútbol nacional.