Se va divorciado de la hinchada del Santos, que no le perdona haberse negado a entrenar desde su regreso de Alemania, donde ganó con la selección canarinha la Copa Confederaciones en junio pasado.

Hasta entonces, el que algunos críticos ven como el sucesor de Pelé, era amado por los seguidores de los equipos contrarios.

Es un tipo raro de jugador. Es más contundente y peligroso que Ronaldinho Gaúcho y en el frente de ataque distribuye mejor el balón que Ronaldo.