La mayoría de ciudadanos aún no conoce cómo funcionará el nuevo sistema de transporte.
Expectativa. Eso es lo que siente la mayoría de comerciantes que trabajan en locales situados en las calles Chile y Eloy Alfaro (en el sur de la ciudad).
Esas dos calles forman parte del recorrido de la primera troncal del sistema de transporte masivo de personas o Metrovía que se construye en Guayaquil y que, según el Municipio, empezará a operar en diciembre próximo.
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La frase en la que coinciden los administradores y dueños de negocios es la misma: “No se sabe qué es lo que va a pasar”. Lo dicen conscientes de que la posibilidad de “cambiar de negocio o local” es una alternativa que deben tomar muy en cuenta.
También reconocen que durante los últimos ocho meses las ventas se han reducido notablemente. “Por las labores ahora se trabaja a pérdida, la gente no pasa por lugares que están en construcción”, sostiene Homero Silva, quien atiende en un local situado en Febres Cordero y Eloy Alfaro.
Él, al igual que el resto de administradores de negocios del sector, espera que la edificación de los carriles y paraderos del sistema “termine lo más pronto posible”.
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De esa forma –asegura– podrá comprobar si la presencia de pasajeros reactiva las ventas en la zona.
Para algunos comerciantes, la Metrovía, junto a la regeneración de las calles que ejecuta el cabildo, tendrá resultados positivos.
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“Hay que hacer la distinción de los beneficios y las consecuencias de la instalación, yo espero muchas cosas buenas del sistema”, opina Alexius Galarza, propietario de una farmacia que queda frente a uno de los paraderos de la troncal (Letamendi y Chile).
Pero no todos son optimistas. “Para las despensas, farmacias y ese tipo de negocios puede resultar provechoso, pero para otros no”, comenta una de las empleadas de un local donde se comercializan artículos que se utilizan en la actividad pesquera.
Aunque prefiere omitir su nombre, resalta que “hay negocios donde acuden clientes con vehículos y que necesitan parquearse y ahora no lo pueden hacer”.
Según el Municipio, uno de los propósitos de la operación de la Metrovía, es lograr que los usuarios del sistema se conviertan en clientes de los comercios que funcionan en los sitios involucrados en la primera ruta.
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Las autoridades municipales también esperan que la campaña de promoción sobre la nueva alternativa de transporte permita a los usuarios conocer sus beneficios. El cabildo ha reiterado que la intención no es perjudicar a nadie.
Mientras, los usuarios de las vías también tienen dudas en relación al funcionamiento de las estaciones de servicio y los autobancos ubicados en el sector. “No se sabe si después se podrán utilizar estos servicios, a lo mejor ya no”, indica Marcos Tapia, conductor de un taxi.
Raquel Morla, administradora de una gasolinera que opera en la calle Chile, explicó ayer que aún no se ha definido la forma en que se brindará atención a los clientes cuando los buses de la Metrovía empiecen a circular.
Representantes de las entidades bancarias tienen alternativas para los usuarios de los autobancos, según el Municipio. Los delegados de ambas partes se han reunido en algunas ocasiones para definir cuál es la mejor alternativa, informó la Dirección de Prensa.
140 MIL
Es el número estimado de usuarios de la primera troncal del sistema Metrovía. Esto, según estudios previos realizados por la Municipalidad.
5 MESES
Es el tiempo que considera el cabildo resta para que empiece a funcionar la Troncal I, que va desde el Guasmo Sur hasta la terminal terrestre.