Hace dos semanas, el toletero cubano de los Orioles de Baltimore alcanzó el récord de los 3.000 hits, sumándose a Hank Aaron, Willie Mays y Eddie Murray como los únicos jugadores en la historia con esa cantidad de imparables y 500 jonrones.

En una conferencia telefónica, Palmeiro aceptó la sanción, pidió disculpas y sostuvo que no puede explicar la presencia de esteroides.

En la comparecencia ante un panel legislativo, junto a Mark McGwire, Sammy Sosa y otras luminarias del béisbol, el 17 de marzo pasado, Palmeiro fue enfático al negar que hubiese consumido sustancias prohibidas.

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Palmeiro actuó la noche del domingo contra los Medias Blancas de Chicago, pero ya comenzó a cumplir la suspensión  y no fue incluido  de la alineación en el duelo de ayer. La sanción le costaría 163,934.42 dólares de su salario anual de 3 millones.