Al menos 20 personas murieron en graves disturbios registrados ayer en la capital de Sudán, donde el gobierno decretó el toque de queda, tras la muerte del ex jefe guerrillero del sur, John Garang, en un accidente aéreo.

El deceso de Garang amenaza el acuerdo de paz de enero, que terminó con 21 años de guerra civil entre el norte musulmán y el sur, cristiano y animista, que dejó dos millones de muertos.