El ex presidente de Ecuador Lucio Gutiérrez declaró hoy a EFE que regresará a su país a luchar "para que termine la dictadura", como líder de un movimiento que pedirá "el adelanto de las elecciones o la convocatoria a una Asamblea Constituyente".

Gutiérrez, que cumple hoy una semana de estadía en el departamento peruano de Tumbes, ubicado a 1.320 kilómetros al norte de Lima, dijo que su "único y principal objetivo" es regresar a su país "a dar la cara y limpiar" su nombre "y acabar con el sin número de mentiras que se lanzaron" contra él.

El ex presidente, de 48 años y que ejerció el cargo entre 2003 y 2006, anunció que "luchará para que Ecuador retorne al régimen democrático y se termine la dictadura de (Alfredo) Palacio", como califica al régimen que le sustituyó en el cargo.

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Y añadió: la Asamblea Constituyente servirá "para que se haga la reforma política que no pude realizar -que implica la limpieza de la Corte Suprema, Tribunal Electoral y Tribunal Constitucional- y que prometí junto a la promesa de estabilidad económica en el país, que sí cumplí".

Gutiérrez descartó que en Ecuador vaya a liderar un grupo sedicioso para retirar del poder a Palacio, porque éste, en su opinión, cae "solito por sus propias inconsistencias internas".

Calificó, sin embargo, al que fue su vicepresidente de "impostor" y de "haber usurpado el poder de manera ilegítima".

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Sobre la denuncia que le sigue el ministro ecuatoriano de Gobierno, Mauricio Gándara, por supuestamente haber atentado contra la estabilidad del Estado, indicó que "es una muestra del manejo que hace la oligarquía política de la justicia" y la achacó al "miedo" que genera su eventual regreso a Ecuador.

El ex presidente comentó a EFE de qué depende esa vuelta: de "conseguir las mínimas garantías para el debido proceso que me quieren seguir en el Poder Judicial y las mínimas garantías para mi vida".

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Sobre el papel de la Organización de Estados Americanos en la crisis ecuatoriana, Gutiérrez dijo que está "defraudado por la actitud" del secretario general del organismo, José Miguel Insulza, al que acusó de no haber tenido "la voluntad de asumir con valentía el rol histórico de la OEA ante un golpe de estado flagrante".

Para él ex presidente, la Carta Democrática Interamericana "es letra muerta" ya que, según señaló, "si la OEA no sirve para actuar en momentos de crisis de la democracia como sucedió en Ecuador entonces para qué sirve?".

Gutiérrez dijo que al abandonar el palacio presidencial, el pasado 20 de abril, y llegar en helicóptero hacia un cuartel militar, recibió la propuesta de unos soldados de refugiarse en una brigada blindada o de fuerzas especiales "para desde allí retomar el poder".

"Estuve en un momento a punto de hacerlo, pero me dije que esto puede generar una guerra civil, gente inocente puede perder la vida; entonces les agradecí y decidí que mejor me asilaría en la embajada de Brasil, que había aceptado mi petición de asilo. Mi decisión fue acertada", refirió.

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"Ese día las acciones fueron tan rápidas que no hubo tiempo para temer por mi vida o la de mi familia, pero sé que hubo sicarios tras mi cabeza", añadió.

El ex presidente también reveló que escribe un libro sobre política, en el que incluirá sucesos "tras bambalinas" como el análisis, junto a sus consejeros, de la posibilidad de tomar preso al ex presidente Abdala Bucaram cuando regreso a Ecuador tras ocho años de exilio en Panamá.

Precisó que descartó esta posibilidad porque los juristas le dijeron que "no era un juez, que es el único que puede hacerlo".

Negó, además, que su injerencia en la reforma de la Corte Suprema buscara exonerar a Bucaram de sus procesos judiciales y argumentó que el Congreso tuvo culpa en este hecho porque realizó una reforma incompleta de la Judicatura.

La presencia de Gutiérrez ha alborotado el ritmo apacible de Tumbes, el departamento más pequeño de Perú, con unos 4.671 kilómetros cuadrados y 167.000 habitantes, que lo siguen y aplauden y hasta le han solicitado que postule a la alcaldía de la provincia de Zarumilla.

Gutiérrez planea realizar hoy un acto proselitista con sus partidarios de la "Sociedad Patriótica 21 de enero" en la localidad peruana de Aguas Verdes, fronteriza con Ecuador.