El secretario de Estado norteamericano adjunto para América Latina, Roger Noriega, renunció ayer a su cargo, para integrarse a funciones privadas, anunció Sean McCormack, portavoz del Departamento de Estado.
El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, manifestó que “hay que esperar” a ver si Washington cambia su política con Caracas, tras la renuncia de Noriega, a quien acusó de ser un “cadáver muerto” y un “hablador de pendejadas”.