El ministro de Defensa, Solón Espinosa, afirmó ayer que los enfrentamientos armados que se han producido en los últimos días en la zona sur de Colombia entre las Fuerzas Militares y los grupos irregulares de ese país, no han afectado mayormente a las poblaciones ecuatorianas ubicadas en la línea de frontera común.

“Felizmente no estamos afectados por esas operaciones”, indicó Espinosa, para quien el principal problema que se le presenta a Ecuador cuando se produce este tipo de enfrentamientos en la zona colombiana del Putumayo, es el movimiento de desplazados y refugiados que huyen de Colombia en busca de ayuda y albergue.

El funcionario prefirió no precisar si en la última semana las Fuerzas Armadas ecuatorianas incrementaron, y en qué medida, su presencia en la frontera con Colombia; no obstante, recalcó que cuando hay problemas entre las Fuerzas Militares y la guerrilla del vecino país, normalmente en Ecuador se refuerzan ciertas áreas de la frontera y se adoptan medidas de seguridad adicionales.

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Entre tanto, la agencia AFP difundió al mundo ayer la noticia de que Ecuador podría acudir ante la  Corte Internacional de Justicia de La Haya para defender sus intereses ante las  aspersiones aéreas contra cultivos ilícitos que realiza Colombia en el área  fronteriza binacional, que están afectando a la población ecuatoriana.

El canciller ecuatoriano, Antonio Parra, insistió en que Colombia debe  suspender las aspersiones aéreas con el químico glifosato, que considera  nocivas, pese a que Bogotá asegura que, según un informe de expertos  patrocinado por la Organización de Estados Americanos (OEA), no causa daños a  la salud humana.

“Hay que lograr soluciones a los problemas” entre los dos países, expresó  Parra, quien el pasado lunes se reunió en Quito con su homóloga colombiana,  Carolina Barco, para analizar ese y otros temas.

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Apuntó que en el caso del glifosato “creo que (los colombianos) van a  comprender”.