Jefe del Ejército colombiano ratificó que sus tropas combaten en la zona fronteriza con Ecuador, contra los  guerrilleros del Frente 48 de las FARC.

Los ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el departamento de Putumayo, fronterizo con Ecuador, obligaron al presidente Álvaro Uribe a viajar a la zona y prometer incluso que trasladará su gobierno a esa región para restablecer el orden si es necesario.

Durante la última semana las FARC derribaron torres de energía, botaron un puente, bloquearon carreteras, destruyeron un oleoducto e incendiaron pozos petroleros en un área donde se supone está el número dos de esa guerrilla, Raúl Reyes.

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“He venido bastante al Putumayo en los últimos días, si toca trasladar el gobierno aquí, lo haremos”, dijo en tono enérgico Uribe el miércoles, en un improvisado discurso en la ciudad de Mocoa ante cientos de personas.

“Pero ustedes pueden tener la seguridad que con la protección de Dios y las energías de nuestro amor a la patria colombiana, no los abandonaremos un minuto. Confío que rápidamente se restablezca la normalidad”, agregó.

Labor difícil
El comandante del Ejército, general Reinaldo Castellanos, aseguró ayer que las tropas avanzan en la recuperación de “puntos críticos” del Putumayo, pero reconoció que la labor “es difícil”.

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El jefe militar indicó que los ataques se concentran en áreas base muy cerca de la frontera con Ecuador, en una zona limítrofe entre Putumayo y Nariño.

Castellanos explicó que el propósito de las operaciones es desarticular al Frente 48 de las FARC, pero descartó que el objetivo principal de las tropas sea Reyes, portavoz de la guerrilla izquierdista, a pesar de versiones no confirmadas que hablan de la captura, muerte o huida de la zona del representante de la cúpula insurgente.

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“No se puede decir que estamos sobre Raúl Reyes”, reconoció el General.

El comandante del Ejército también afirmó que están adelantando acciones ofensivas en lado colombiano de la frontera con Ecuador, donde unos 400 combatientes del Frente 48 tienen algunos campamentos y donde hasta hace unos años se concentraron extensas plantaciones de hoja de coca, materia prima de la cocaína.

Según los militares, sería esta presión contra las llamadas   áreas bases de la guerrilla, la que motivó los ataques de los rebeldes en otras zonas de Putumayo para desviar la atención de las tropas.

Uribe lidera una ofensiva militar contra la guerrilla, en medio de un conflicto interno de 41 años que ha cobrado la vida de miles de personas.

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Analistas aseguran que pese a los intentos de Uribe por controlar la guerrilla con el apoyo de EE.UU., desde que asumió el poder en el 2002, los rebeldes mantienen casi intactas sus estructuras armadas.

Agregan que los ataques de las FARC en el Putumayo son una estrategia para quitar la presión proveniente del Plan Patriota, y para crear un corredor estratégico que les dé una salida al Océano Pacífico, para la cocaína que producen en las selvas del sur del país, y que financia su lucha armada.

Pese a los reveses de las fuerzas del gobierno que ha sufrido al menos 300 bajas este año y a las acciones de la guerrilla, Uribe goza de popularidad cercana al 70%, según encuestas, y espera que una corte avale o anule una enmienda constitucional aprobada por el Congreso que introdujo la reelección.