Irlanda del Norte es el escenario del conflicto político-religioso más importante de esta época, entre católicos que quieren ser parte de la República de Irlanda, y protestantes que desean seguir siendo provincia británica.

Con un acceso cerrado a la participación política por los británicos, algunos movimientos católico-republicanos optaron por la vía armada para hacer escuchar su voz. En 1970 nace el Ejército Republicano Irlandés (IRA, en inglés) y se crean grupos paramilitares protestantes.

Dos hechos marcan la historia del IRA. En 1981, un preso republicano, Bobby Sands, en huelga de hambre, fue electo al parlamento británico, pero murió de inanición. Su éxito electoral llevó al movimiento a creer que la violencia y la política podían trabajar en conjunto. Además, los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EE.UU. hicieron que el IRA comenzara a cuestionarse seriamente si la violencia es un método apropiado para lograr sus fines políticos.