A las 11h00 de ayer el ex presidente Lucio Gutiérrez abandonó Cancas para instalarse en Tumbes (Perú), apenas a 25 km del Ecuador. Mientras tanto, sus abogados en Quito apelaron su orden de prisión y esta quedó en suspenso.

Su defensa argumenta que el delito del que se acusa a Gutiérrez –declaraciones que atentan contra la seguridad nacional– se cometió en Estados Unidos y allá se debió plantear la demanda.

Gutiérrez, junto con su hermano Gilmar y el ex secretario de la Administración, Fausto Cobos, salieron a las 11h00 de Punta Sal y  se alojaron en el hotel Costa del Sol, donde dijo permanecerá hasta la próxima semana.

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Anunció que este lunes dará a conocer en forma oficial la nómina del equipo de abogados que iniciará su defensa y de los dirigentes de Sociedad Patriótica que tienen orden de prisión bajo la acusación de sedición.

Durante su recorrido hasta Tumbes, el vehículo de Gutiérrez estuvo escoltado  por un patrullero de la Policía de Carreteras. Lo acompañó el cónsul de Ecuador en Tumbes, Pedro Murgueytio.

Por la tarde mantuvo una reunión reservada con cerca de 80 partidarios y dirigentes de su partido en el salón de conferencias del hotel, quienes llegaron en la mañana desde Machala, Huaquillas, Loja y La Troncal (Cañar).

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Previo a su llegada a Tumbes, la comitiva de Gutiérrez  se detuvo en el balneario de Zorritos y almorzaron en el restaurante El Brujo. “Este es el cebiche por el que me acusan de sedición”, dijo irónicamente Gilmar Gutiérrez, mientras mostraba un plato de mariscos.

Al sitio llegó luego el segundo vicepresidente nacional de Sociedad Patriótica, Juan Carlos López, quien viajó desde Ambato con su esposa Mery Bayas.

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Carmen Pinos llegó desde La Troncal (Cañar), y aclaró que la presencia de los militantes es voluntaria y que sus gastos de movilización son  por cuenta propia.