Ciudad que como el fénix
/de la fábula viste
pavesas por doquiera, y,
/después, resurgiste
cada vez más airosa, más
/gallarda y más fuerte,
triunfante de los males de
/la vida y la muerte,
de las fieras, las pestes,
/los piratas, la hoguera:
bien mereces llamarte
/hechicera.
 
J.A. Falconí Villagómez

La popular portavianda
Escasamente preparadas para todo tipo de labores, muchas viudas, mujeres abandonadas, señoras y señoritas de familias respetables, venidas a menos por falta de dinero, hicieron de esta habilidad (preparación de comidas enseñadas por abuelas y madres) una fuente de recursos, preparando y ofreciendo a precios módicos hayacas, bollos, tamales, humitas, los días sábados; y viandas diarias a domicilio para empleados de oficinas, personas sin servicio doméstico, ancianos y enfermos.

A golpe de mediodía, el enjambre de chiquillos contratados para el efecto circulaba llevando las portaviandas de dos y tres pisos que al pasar esparcían los aromas del sancocho blanco, la ensalada de aguacates, el chupe de corvina, la miga de zapallo, el sango de verde con cabeza de camarón machacado, etcétera, y el infaltable cuáquer con naranjilla que se envasaba en botellas bien lavadas o en frascos apropiados con tapa de presión.

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Eran tan abundantes las porciones despachadas que de cada portavianda alcanzaban a nutrirse dos personas. Muchas ocasiones los mensajeros tropezaban y el contenido de las portaviandas iba al suelo con el consiguiente lamento del pobre mortal. Y ojos que no ven, corazón que no siente, el muchacho recogía lo que podía. Eran gajes del oficio y vaya usted a saber lo que los comensales se servían ese día.

Otras veces las distancias los obligaban a tomar autobús, del cual bajaban con un pedazo menos de maduro asado, la mitad de la torreja, el frasco de cuáquer en soletas y el resto a punto de desaparecer, por acción de manos comedidas que le sostenían el encargo mientras el chiquillo se apeaba al andar. Ahora las tarrinas plásticas han reemplazo a las portaviandas.

Adaptación de la crónica costumbrista La portavianda, por Jenny Estrada, historiadora y tradicionista, en el libro Del tiempo de la yapa.

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AGENDA DEL 28 DE JULIO

EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA ‘GUAYAQUIL, MUJER Y MODA’
Hora: 18h00 y 20h00
Lugar: Centro Cívico

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MAÑANA

FESTIVAL CERVANTINO Y BOLIVARIANO DE LA DANZA
Hora: 18h00
Lugar: Plaza Colón