El presidente del Comité Organizador del Mundial 2006, el kaiser Franz Beckenbauer, admitió ayer que no hay una “seguridad al cien por cien” de que la Copa del Mundo estará libre de atentados, pero que no se dejarán “aterrorizar”, porque “para eso mejor cerramos la tienda”.

Los responsables del torneo consideran que se tiene “bajo control” a la hinchada violenta, pero según el primer ministro de Baviera, Edmund Stoiber, “existe el peligro de una amenaza  terrorista”.