Una semana después de los atentados fallidos contra el transporte público de Londres, la Policía reforzó este jueves la vigilancia en las estaciones de metro y tren de la capital con la movilización de agentes en estado de "alerta alta".

La medida es una precaución que no responde a una amenaza concreta y que pretende dar confianza a la ciudadanía, así como desalentar a posibles terroristas que puedan estar planeando nuevos ataques, afirmó la Policía Británica de Transporte (BTP).

"Al cumplirse una semana de los ataques, se pretende tranquilizar a la población y disuadir a gente que quiera hacer algo contra el metro", explicó a EFE una portavoz de la BTP

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La misma fuente señaló que se trata del "mayor despliegue" jamás acometido por esa fuerza en estaciones ferroviarias y del metropolitano, si bien declinó precisar el número de policías que se han movilizado.

De manera muy visible, numerosos agentes patrullan las estaciones del metro y
vigilan atentamente la entrada de usuarios en la red de transporte.

La iniciativa tiene lugar una semana después de que cuatro presuntos terroristas intentaran detonar otras tantas bombas en tres estaciones de metro y un autobús urbano de la capital británica.

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Asimismo, el refuerzo policial se produce tres semanas después de los atentados suicidas perpetrados igualmente contra el metro y un autobús londinenses, que causaron 56 muertos y unos 700 heridos.

El comisario jefe de la Policía Metropolitana de Londres (MET), Ian Blair, advirtió hoy de que "puede haber más células" dispuestas a atentar en este país, y no se puede descartar que los autores de los atentados fallidos del día 21 vuelvan a intentar colocar bombas.

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Mientras tanto, la Policía interroga hoy a uno de los supuestos autores de esos atentados, Yasin Hassan Omar, un somalí de 24 años que fue detenido el miércoles en Birmingham (centro de Inglaterra) junto con otros tres sospechosos.

Omar, que supuestamente puso una bomba en un vagón entre las estaciones de metro de Oxford Circus y Warren Street, fue arrestado después de ser inmovilizado por los agentes con una pistola "Taser", que emite descargas eléctricas.

También son interrogadas hoy tres mujeres que fueron detenidas el miércoles en Stockwell, en el sur de Londres, bajo la sospecha de haber albergado a alguno de los terroristas implicados en los atentados del día 21.

Otras nueve personas fueron detenidas esta mañana en dos viviendas del barrio de Tooting, también en el sur de la capital, en conexión con los atentados fallidos del 21 de julio.

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