Un seísmo de 5,1 grados en la escala abierta de Richter sacudió este jueves Tokio y las zonas vecinas, sin que se informara inmediatamente sobre víctimas.

El seísmo se produjo a las 19h15 hora local (10h15 GMT) y provocó fuertes sacudidas en los edificios de la capital nipona.

Según el Servicio Meteorológico de Japón, el terremoto tuvo una intensidad de 4 grados en la escala japonesa de siete en algunas zonas de las provincias de Tochigi, Ibaraki, Gunma y Saitama, en torno a Tokio.

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El epicentro del seísmo se localizó a 50 kilómetros de profundidad en la provincia de Ibaraki, al nordeste de Tokio.

El Servicio Meteorológico nipón indicó que no se ha producido por el momento una alerta sobre posibles tsunamis, u olas gigantes que siguen a los maremotos y terremotos ocurridos en las inmediaciones de las costas.

Este es el segundo terremoto de una magnitud notable que tiene lugar en menos de una semana en Tokio y la región de Kanto en la que se encuentra la capital japonesa.

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El sábado pasado, 23 de julio, un fuerte seísmo de 6 grados en la escala abierta de Richter afectó a esta zona y causó al menos 27 heridos.

Ese seísmo también provocó daños en algunos edificios e interrumpió los servicios de metro y tren, además de la suspensión de vuelos en los dos aeropuertos tokiotas.

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La magnitud del terremoto del sábado obligó al Gobierno y los servicios de policía de la capital a poner en marcha un gabinete de crisis, con el despliegue de fuerzas de seguridad y el envío de helicópteros a algunos de los distritos de las zonas afectadas.

Tokio no se había visto afectada desde febrero de 1992 por un seísmo de tal intensidad, capaz de hacer que se hundan muros de cemento que no estén especialmente reforzados para este tipo de fenómenos.

La última catástrofe provocada por un terremoto en Japón ocurrió el pasado 23 de octubre, cuando una ola de seísmos con magnitudes cercanas a los 7 grados en la escala de Richter dejaron en la provincia norteña de Niigata 46 muertos y cerca de 3.000 heridos.

El último gran seísmo que arrasó Tokio se produjo el 1 de septiembre de 1923, con una magnitud de 7,9 grados en la escala de Richter que causó la muerte de 133.000 personas, asolando grandes áreas de la capital.

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Un reciente informe realizado por el Gobierno de la capital nipona estimó que, en caso de que se produjera en Tokio el terremoto de 7,2 grados en la escala de Richter que se vaticina desde hace años, podrían morir más de 7.000 personas y quedar destruidos 380.000 edificios.