Hacer buena TV requiere invertir. Hay muchos casos de proyectos de TV comunitaria especialmente en Brasil que trabajan más que nada con buena voluntad e imaginación. Pero en la TV comercial, la calidad exige dinero, que muchas veces las televisoras no poseen. Sabemos que eso no justifica la mediocridad en la programación, pero sí funciona como una buena excusa. ¿Hay soluciones?

El domingo Ecuavisa presentó ‘Democracia 25’, una versión compacta de 90 minutos y actualizada (con declaraciones de Gustavo Noboa) del documental del realizador ecuatoriano Andrés Barriga. Los tres capítulos de este trabajo se estrenaron íntegramente por Teleamazonas, el año pasado. No hay problema: repetirse programas tan buenos es un placer y en este caso, después de otro presidente derrocado, una obligación moral.

Construido con base en entrevistas a los ex presidentes, la habilidad de Barriga y su cuerpo de producción es hacer dialogar a los presidentes sobre los hechos históricos de estos últimos 25 años, en los cuales han sido protagonistas, lamentablemente en negativo. Y sobre los hechos se construyen las reflexiones. La política, la guerra, la economía… Pero más que nada las imágenes que se repiten una y otra vez: la lucha feroz, la toma de las cortes, puñetazos en el Congreso, cinco huelgas nacionales contra Hurtado, siete contra Febres-Cordero, 12 contra Sixto Durán-Ballén, los militares arbitrando y algunos intentando golpes de Estado para salir de héroes.

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Los otros protagonistas: la gente común y corriente que le ha tocado vivir estos 25 años de democracia: la multitud en el entierro de Jaime Roldós, las huelgas, los voluntarios para ir a morir en la frontera, rodeando el Centro Histórico de Quito para tomarse el Palacio de Gobierno, los indios tomándose el Congreso y… “25 años de democracia en el Ecuador” es una dosis de medicina para la memoria gracias al magnífico trabajo de archivo con imágenes incluso desconocidas.

“Usted puede decidir La TV ideal”
El trabajo de Barriga es la prueba del excelente nivel que alcanzan las realizaciones audiovisuales en el Ecuador por fuera de la televisión abierta. No es el único caso, cada año se realiza un sólido festival de documental donde se presentan muchísimas obras de directores ecuatorianos con buen nivel conceptual y técnico.

Me pregunto, ¿qué sucedería si los canales de TV en un ataque de transparencia y lucidez decidieran abrir sus parrillas de programación a concurso para que productores y directores de todo el país traigan sus ideas con el fin de calificar a las mejores? Imaginemos (soñar no cuesta nada) a Teleamazonas que en vez de buscar a tientas ‘La corte ideal’ se decide a dar el paso hacia “La TV ideal”. Ecuavisa pudiera iniciar el camino hacia ‘La mejor TV’, aunque sin Freddy Ehlers de por medio. Telesistema convocaría a una serie donde se debata sobre los derechos de la comunidad homosexual en lugar de generar 200 empleos en Colombia con las especulaciones sobre el beso y la pelea entre Leito y Juancho en ‘Gran Hermano del Pacífico”. Y TC pudiera llamar a dar todo por un buen programa para reemplazar ‘A todo dar’.

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Estoy seguro que se presentarían decenas de propuestas. Comedias infinitamente más ingeniosas que ‘Vivos’ o ‘Mi recinto’, telenovelas con menos costuras que ‘Mis primas’ o ‘Pura boca’… En fin, incluso los noticieros pueden entrar a concurso. ¿Descabellado? Para nada, este es un modelo de TV que funciona con éxito en muchas partes del mundo. Pero aquí la TV es uno de los círculos más herméticos que se pueda encontrar.