El centro comercial funciona hace 50 años en el sector de Ipiales, a pocas cuadras de la Casa de Gobierno.

Seis locales del centro comercial El Tejar, en el centro histórico de esta capital, fueron consumidos por las llamas provocadas, al parecer, por un cortocircuito.

La columna de humo de aproximadamente 300 metros de alto se podía ver a varios kilómetros de distancia.

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El sitio afectado es una casa antigua de dos plantas, donde también estaban guardados electrodomésticos, telas y ropa de bebé.

El techo, tumbado y los pisos incendiados colapsaron a las 09h40. De pronto, tres explosiones de cilindros de gas provocaron contusiones leves a varios bomberos, que acudieron al lugar.

A las 08h30 de ayer, Rosa Valenzuela Suárez recibió la mala noticia: el local de electrodomésticos que tenía en el centro comercial El Tejar (Pasaje Sanguña y Maldonado), ubicado en el caso colonial, se incendiaba por un cortocircuito.

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Desde una casa aledaña, Eduardo Chicaiza, conserje del centro comercial, y otros vecinos trataron de combatir el siniestro y evitar que se propagara a otros sectores.

Desde ese mismo sitio Patricio Romero, también comerciante, dijo que hubo lentitud en el procedimiento de los bomberos y no tenían una manguera suficientemente larga para llegar al lugar donde se generaba el incendio.

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“Lo más difícil fue el acceso al sitio”, reconoció el coronel Jaime Benalcázar, jefe de los bomberos del Distrito Metropolitano. Explicó que las unidades Espejo y La Loma, que acudieron en primera instancia, tardaron en ingresar debido a que las puertas de los locales estaban cerradas.

El oficial indicó que las pérdidas materiales son cuantiosas, pero que no se reportaron muertos ni heridos.

Rosa Valenzuela, con la cara tiznada y con  un gesto de valentía y dolor a la vez, tomó el mando de las tareas de desalojo de su local, a las 11h00, cuando el fuego fue controlado.

A su orden, empleadas, comerciantes, policías metropolitanos y voluntarios, llevaban a lugares seguros los artefactos calcinados y los pocos que aún se encontraban en buenas condiciones. No había tiempo para lamentaciones.

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Unos 200 policías acordonaron el sitio para evitar que ingresaran curiosos, mientras Johnny Franco, vocero de la Cruz Roja, reportó que hubo un policía metropolitano herido pues en las labores de rescate de los artefactos sufrió un corte profundo en la mano.

Nadie descansaba, todos ayudaban y los dueños de locales aledaños, pertenecientes a la Asociación Unión y Progreso, también desalojaban su mercadería, atentos para que no ocurra algún saqueo.