Un comité del Senado convocó para el martes una amplia audiencia sobre reforma de las leyes de inmigración en un intento de promover el debate en esa cámara, pero el líder de la mayoría Bill Frist, quien fija la agenda, adelantó que quizás ello se produzca sólo después de diciembre.

El senador Arlen Specter, presidente del Comité de Asuntos Jurídicos, ha llamado como deponentesa los cuatro senadores que han presentado dos proyectos de resolución en lo que va del año para hablar de sus iniciativas y de la necesidad de una amplia reforma de las leyes de inmigración.

Los senadores invitados son Ted Kennedy, demócrata, y John McCain, republicano, autores del proyecto de   Ley para la seguridad de los Estados Unidos y de inmigración ordenada, y John Cornyn y Jon Kyl, ambos republicanos, que promueven la llamada   Ley para el fortalecimiento de la legalidad y reforma de inmigración.

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Junto con ellos comparecerán el secretario de Seguridad Interior Michael Chertoff y la secretaria del Trabajo Elaine L. Chao, así como invitados de organizaciones no gubernamentales y académicas.

Aun cuando los senadores autores de los proyectos han dicho que esperaban un debate sobre inmigración antes de fin de año, Frist ha adelantado que había más probabilidades de que ello pudiera ocurrir en la primera mitad del próximo año.

Los proyectos sobre inmigración serán debatidos por el actual Congreso (que concluye a fines del 2006), dijo Frist a reporteros de publicaciones fronterizas. Ello puede ocurrir a comienzos del próximo año o más probablemente dentro de los próximos 12 meses.

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Tom DeLay, el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, donde también se están promoviendo proyectos de reforma migratoria, dijo por su parte que esa cámara debatiría primero una ley de acción policial antes de entrar en cualquier otro elemento de la reforma.

Una vez que hayamos convencido al público de que podemos tener fronteras seguras y una buena acción policial, podríamos hablar de lo que es también importante en este tema, que es cómo acomodar a gente que viene de otras partes, que trabaja temporalmente y regresa a su país, declaró DeLay.  Algunos llaman a estos detalles un programa de trabajadores temporales.

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Los proyectos Kennedy-McCain y Cornyn-Kyl contienen aspectos para el trabajo temporal, pero con proyecciones radicalmente opuestas. El primero abre la posibilidad de residencia permanente a esos trabajadores después de tres años, en lo que algunos consideran como amnistía soterrada; y el segundo los obliga a retornar a sus países después de dos.

McCain y Kyl son del estado de Arizona que junto con Texas, de donde es Cornyn, representan el 85% de la frontera sur de Estados Unidos. Kennedy, en cambio, es de Massachusetts, uno estado costero no fronterizo, pero que tiene problemas con inmigrantes acogidos de países ultramarinos con problemas de desplazados.

En los últimos15 años, la población de inmigrantes indocumentados se ha incrementado a casi 11 millones, según Pew Hispanic Center, en Washington. Calcula que el 57% proviene de México y un 24% de otros países latinoamericanos.