Nueve norteamericanas católicas serán ordenadas sacerdotisas este lunes en Canadá, desafiando así al Vaticano, que se opone  firmemente a la ordenación de mujeres, que corren el riesgo de ser  excomulgadas.

La ceremonia, la primera en América del Norte, tendrá lugar al final de la  jornada en un barco sobre el río Saint Laurent, entre la provincia canadiense  de Ontario y Estados Unidos, en presencia de cerca de 200 personas, según las  organizadoras.

Esta elección obedece a que el lugar no está en la jurisdicción de ninguna  diócesis. "No estamos en ninguna diócesis y es necesario que el Vaticano  intervenga directamente", declaró Joy Barnes, directora de la Women s  Ordination Conference (Conferencia para la Ordenación de las Mujeres) al diario  de Quebec La Press.

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La primera ceremonia de ese tipo tuvo lugar en 2002 sobre el Danubio entre  Austria y Alemania. Siete mujeres fueron ordenadas en aquella ocasión. Todas  fueron inmediatamente excomulgadas por el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto  de la Congregación de la Doctrina de la Fe, convertido luego en el papa  Benedicto XVI.

Las nueve norteamericanas serán ordenadas sacerdotisas por las mujeres  obispos que fueron ordenadas sobre el Danubio en 2002.

"Las personas que proponen conferir estas ordenaciones no tienen la  autoridad de hacerlo y las personas que quieren ser "ordenadas no son  elegibles", subrayó en un comunicado monseñor Anthony Meagher, arzobispo de  Kingston (Ontario).

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Subrayando que los organizadores afirman que la ceremonia se desarrollará  en el agua en una zona que no depende de ninguna diócesis, el prelado estimó  que iba "totalmente en contra del espíritu y de la ley de la Iglesia e  intentaba crear una suerte de ambigüedad geográfica con el fin de justificar su  falta de comunión con la Iglesia local".

Sin embargo, "las mujeres hacen mucho bien en la Iglesia", dijo. Es  importante "reconocer la buena fe y la integridad de las personas que creen  sinceramente en el mérito de este asunto", afirmó, subrayando no obstante que  "no puede aceptar su posición".

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"Estas mujeres (que se ordenarán sacerdotisas) son católicas. Responden al  llamado de Dios para servirlo", destacó Joy Barnes en el comunicado en el que  se anuncia su ordenación. "Estas mujeres no crean un cisma. Trabajan en el seno  de la Iglesia para transformarla", para abolir el sistema "patriarcal"  existente.