Lance Armstrong quedó ayer a un paso de coronar su carrera estelar con su séptima victoria consecutiva en el Tour de Francia.

El estadounidense conquistó la penúltima etapa, una contrarreloj de 55,5 kilómetros en torno de Saint-Etienne, y aumentó todavía más la cómoda ventaja que llevaba en las posiciones generales de la competencia más prestigiosa en el ciclismo mundial.

Armstrong superó por 23 segundos al alemán Jan Ullrich y ahora solo le resta hacer su entrada triunfal al término de la vigesimoprimera y última etapa de hoy que culmina en París. En ese momento, el ciclista de 33 años le dirá adiós al deporte.

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 Al contrario que en sus seis triunfos anteriores en el Tour, este año el estadounidense no había ganado una sola etapa individual, y su victoria de ayer completa la fiesta.

 El ciclista llegó en 1 hora, 11 minutos y 46 segundos con una velocidad promedio de 46,4 kilómetros por hora. Sus tres hijos estaban junto a la meta donde lo vieron subir al podio y lucir una vez más la casaca amarilla de puntero: la 82ª de su carrera.

Armstrong está primero en la general y le siguen Basso a 4 minutos 40 segundos, Ullrich a 6:21 y el español Francisco Mancebo a 9:59.