La selección de fútbol de Estados Unidos conquistó la Copa de Oro-2005 de la Concacaf al vencer a su similar de  Panamá 3-1 en la definición por penales (0-0 en el tiempo oficial), en partido  jugado la tarde de este domingo en East Rutherford (Nueva Jersey).
  
Luego del empate en el tiempo reglamentario y en la prolongación, el  encuentro se definió desde el punto blanco, con goles estadounidenses a la  cuenta de Santino Quaranta, Landon Donovan y Brad Davis. Por Panamá marcó  solamente Felipe Baloy.
  
Ambos equipos regalaron un buen espectáculo ante una concurrencia de 31.018  fanáticos, gran parte de ellos panameños que apoyaron con entusiasmo a su  selección, la gran revelación del evento.
  
Este fue el tercer título de Estados Unidos en las ocho ediciones de la  Copa de Oro, luego de ganar el certamen en 1991 y 2002.
  
La definición por penales fue tan tensa como el encuentro, peleado durante  sus 120 minutos y con el gol asomando a las puertas en numerosas oportunidades,  pero sin poderse concretar.
  
El cañonero Luis Tejada fue el primero en abrir la tanda de penales por  Panamá, pero su disparo fue bien tapado por el arquero Kasey Keller, lanzándose  a su izquierda.
  
Quaranta anidó por los norteamericanos un cañonazo pegado al poste del  portero canalero Jaime Penedo, la gran figura del encuentro regular con varias  atajadas sensacionales.
  
El veterano Jorge Dely Valdés estrelló su derechazo contra el larguero, en  dirección opuesta a donde se había tirado Keller.
  
Chris Armas mantuvo las esperanzas de la marea roja al disparar  inofensivamente a las manos de Penedo, y Felipe Baloy consiguió el empate con  un tiro al centro.
  
Donovan, después de ejecutar todo un ritual previo que incluyó besar el  cesped, anotó con remate rasante al poste derecho, para poner delante a Estados  Unidos 2-1.
  
Alberto Blanco echó por los aires la cuarta oportunidad panameña y poco  después el reemplazante Brad Davis sellaba la victoria local con potente tiro a  un ángulo de Penedo.
  
Panamá, que jugó su primera final en un torneo internacional, resultó la  gran sorpresa de la Copa, con dos históricas victorias ante Colombia, la última  de ellas por 3-2 en semifinales, y que le abrió paso a la disputa del título  contra los estadounidenses.
  
Estados Unidos no tuvo en su banca al director técnico Bruce Arena, quien  cumplió un partido de suspensión tras ser expulsado en semifinales contra  Honduras. Su lugar fue ocupado por el primer asistente, Glenn Myernick.
  
El cuadro anfitrión, con sus fuerzas algo menguadas dadas las ausencias de  titulares como Eddie Pope y Pablo Mastroeni, llevó la voz cantante en los  primeros 45 minutos del partido, con mayor control del balón y cuatro  oportunidades claras de gol.
  
Empero, fueron los canaleros los primeros en acariciar la apertura cuando  en el minuto 16 soltaron un contrataque por la derecha, que el veterano Dely  Valdés malogró.
  
Ocho minutos después Panamá se salvó por un pelo de que le batieran la  valla, cuando el despeje de Penedo sobre cañonazo de Jimmy Conrad fue a parar  al botín izquierdo de John O Brian, quien solitario frente a la puerta remató  mal y a las nubes.
  
En el 37 Penedo echo por encima del larguero un potente cabezazo de Clint  Dempsey, y tres minutos más tarde le aguó la celebración a DaMarcus Beasley con  otra atajada espectacular.
 
 En el balance del periodo Panamá no salió tan mal librada, pese a sus  contadas llegadas al arco de Kasey Keller y su poca capacidad de salir jugando  desde atrás.
  
La marea roja panameña demostró mayor determinación desde el arranque de la  segunda mitad. A los siete minutos de iniciado el complemento, una bonita  chilena de Julio Medina frente al arco puso a prueba los reflejos de Keller.
  
En el 75 la suerte salió en ayuda de los locales, cuando el veterano Jorge  Dely Valdés, a dos metros de la puerta, estrelló contra el poste derecho un  centro de Angel Luis Rodríguez.
  
Cuatro minutos después los muchachos de Arena devolvieron el susto, pero  Frankie Hedjuk llegó tarde por milésimas a un centro de Gregg Vanney.
  
Entre tanteos infructuosos de ambos lados discurrieron los últimos 45  minutos y al final se fue a un período complementario, que se decidiría con gol  de oro.
 
 En esos 30 minutos de alargue Panamá jugó su mejor fútbol de la tarde, y  tuvo al menos dos clarísimas oportunidades de llevarse el triunfo, pero sus  ataques fracasaron por falta de definición y mala suerte.