San Vicente de Paúl nació en Dax, un villorrio del sur de Francia, en 1581. Fue hijo de campesinos y él mismo ayudaba a sus padres cuidando las ovejas de su casa. Llamado por el “dueño de la mies” fue admitido por su Obispo para ser ungido como sacerdote de Cristo a los diecinueve años. Pasó a París después de haber estado cautivo de los mahometanos durante dos años. Capellán de la reina Margarita de Valois, obtuvo una abadía y cargos parroquiales.

Gozó de la amistad de ciertos personajes como Berulle y san Francisco de Sales, quien le nombró confesor y director de las religiosas de la Visitación. Su influencia llegó hasta la Corte, donde ejercía el poder el cardenal Richelieu y la regente Ana de Austria. Una vez fallecido Luis XIII, asistido por Vicente, la regente le nombró miembro del Consejo de Conciencia, en el que actuó como ministro de Caridad hasta que se retiró debido a la oposición que encontró  en Mazarino.

La obra sacerdotal de Vicente es muy rica. Únicamente deseo recordar sus cuatro principales instituciones: la cofradía de las Señoras de la Caridad, su paralelo masculino: los Caballeros de San Vicente, servidores de los pobres; la Congregación de la Misión, a la que pertenecen los sacerdotes lazaristas o paúles, dedicados a las misiones y a la formación de los aspirantes al  sacerdocio; y, la Compañía de las Hijas de la Caridad, servidoras de los enfermos y de los pobres, cuya fundadora es santa Luisa de Marillac.

Excelente organizador de las obras en mención, fue muy humilde, prudente y de afable trato adquirido por su amistad con san Francisco de Sales. Fenecido el 27 de septiembre de 1660, como el “gran  santo del gran siglo” en el que ocurrió la guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue el apóstol de la caridad de aquellos angustiosos años para Francia; por eso el Gobierno francés lo considera y recuerda como ‘Prohombre’.

Las Hijas de la Caridad existen en los continentes conocidos, al igual que los sacerdotes lazaristas se los halla en misiones o dirigiendo seminarios. Ecuador, desde el 18 de julio de 1870, también está recibiendo el influjo benéfico de las Hijas de la Caridad. En tanto que, desde el 5 de diciembre de 1904, la Congregación de la Misión se constituyó en provincia autónoma, con su primer visitador el P. Jean Claverie.

Ellos dirigieron –decenas de años– los seminarios de nuestra patria, de cuyas aulas han salido arzobispos y obispos. Además, tienen su propio seminario de la Congregación al amparo de María Santísima, en su advocación de la Medalla Milagrosa. Guayaquil tiene el Santuario de este nombre y su casa residencial tiene el honor de haber albergado al futuro santo Hermano Miguel  Febres Cordero Muñoz antes de viajar en el barco que lo condujo a Europa.

¡Felicitaciones y gratitud en la persona de su general P. Gregorio Gay, a los sacerdotes lazaristas por el Centenario de su provincia en Ecuador!