Una dura pugna política se abrió hoy en el país por la inesperada decisión del presidente de la República, Alfredo Palacio, de convocar un congreso extraordinario para que el Parlamento analice siete preguntas para su posible inclusión en una consulta popular de reforma política.

Para Juan Manuel Fuertes, presidente de la comisión de Fiscalización del Congreso, es “una especie de gambeta por las galletas”.

En cambio, para César Montúfar, director de Participación Ciudadana, hay temas que quedan fuera. Unos de ellos es preguntar a los ecuatorianos si el voto tiene que continuar siendo obligatorio. Además, considera que no se puede dejar de lado “el tema del papel de las Fuerzas Armadas y fuerzas públicas dentro de la estructura del Estado ecuatoriano, que tantos problemas ha causado”.

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Mientras tanto, en el Consejo Nacional de Modernización (Conam), que lleva adelante con el Vicepresidente de la República, Alejandro Serrano, la recepción de propuestas para la reforma política, solo se permitió el acceso de la prensa hasta la puerta principal del edificio, y se atendió llamadas únicamente desde la recepción, informó Gamavisión. Lo único que se informó, añadió, es que la directora de la entidad, Alexandra Pérez, se encontraba de viaje en el centro del país, inaugurando oficinas del registro civil.

En la Vicepresidencia de la República, en Quito, el segundo mandatario apareció públicamente en un recorrido desde ese edificio hasta la iglesia de la Merced, donde se desarrolló una misa por la celebración de la semana cultural de la comunidad andina y la fiesta por el natalicio de Simón Bolívar.

Luego del acto, Serrano prefirió mantener silencio sobre la consulta popular planteada cuando fue cuestionado por los periodistas.

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Sin embargo, el prefecto de Pichincha, Ramiro González, sí se pronunció al respecto. Calificó a las preguntas de la consulta del Presidente como muy generales, en especial la relacionada con las autonomías.

El diputado Marcelo Dotti, del Partido Social Cristiano, aseguró a la AP que las siete interrogantes planteadas por el Presidente son importantes, pero no esenciales.

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De acuerdo al diputado Ricardo Ulcuango, de Pachakutik, el país no necesita una consulta popular, sino una asamblea constituyente para reformar la Constitución, y los tres poderes del Estado.