El legislador estadounidense republicano Tom Tancredo causó polémica el martes al sostener a un programa de radio que Washington debe responder un eventual ataque terrorista islámico bombardeando los lugares santos musulmanes, entre estos a La Meca.

De inmediato el Instituto Árabe Estadounidense calificó de  “peligrosa e   irresponsable” esta insinuación del legislador del estado de Colorado, mientras que el gobierno de Turquía, aliado estratégico de EE.UU., dijo que esas declaraciones eran “insultantes y ofensivas”.

Europa a la defensiva
Tras los atentados del pasado día 7 de julio, en Londres, que dejaron 56 muertos, el gobierno británico anunció ayer que tomará medidas contra los radicales islámicos que fomenten el terrorismo mediante sermones, portales de internet o la publicación de artículos incendiarios.

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Londres precisó que se creará una lista internacional de extremistas que promuevan actos terroristas y que convocará a una cita internacional de países afectados por el radicalismo islámico, para adoptar acciones que arranquen de raíz la enseñanza extremista.

Francia, Bélgica, Austria y Alemania empiezan a radicalizar su sistema jurídico y policial para facilitar la expulsión de religiosos partidarios de la violencia y se esperan la adopción de iguales medidas ya anunciadas, en España e Italia.