El presidente George W. Bush exhortó este miércoles a los legisladores a brindar al postulado a la Corte Suprema, John Roberts, una audiencia oportuna e imparcial durante un proceso de confirmación en el Senado que, según todas las partes, será arduamente disputado y se centrará en el derecho de aborto.

Haremos avanzar el proceso, dijo Bush, que apareció en la escalinata frente a su oficina en la Casa Blanca junto con Roberts, con quien acababa de desayunar. Ambos dijeron que Roberts debería ser juramentado antes de octubre, cuando termina el receso de la corte.

El aborto, un asunto que polariza a los legisladores, será la   papa caliente en la batalla por la confirmación, dijo el ex senador Fred Thompson, que será el asesor de Roberts durante el proceso en el Senado. Pero Thompson pidió a los senadores que no den excesiva importancia a las posiciones aparentemente contradictorias que ha expresado Roberts acerca de Roe v. Wade, el fallo de la corte que legalizó el aborto.

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Muchas de esas posiciones las expresó como abogado, representando a un cliente, dijo Thompson, quien por pedido de Bush aceptó asesorar a Roberts durante el proceso.

Los demócratas exigirán   respuestas directas de Roberts sobre el aborto, dijo el senador Dick Durbin, miembro de la Comisión Judicial del Senado que realizará las audiencias.

Si quiere llegar a la Corte Suprema, deberá ser franco... para convencer al pueblo estadounidense de que un hombre que podría estar en la corte durante 20 a 30 años pertenece a la corriente dominante del pensamiento estadounidense, dijo Durbin.

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Bush pasó por alto la pregunta de los periodistas de si hablará con senadores demócratas que temen que Roberts incline a la corte excesivamente a la derecha en materia de aborto y otros asuntos.

Dijo que sus conversaciones con senadores en la víspera lo habían convencido de que   hemos iniciado muy bien (el proceso de) la postulación y prometió a Roberts   todo el apoyo necesario para que los senadores se decidan.

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Hablamos de la importancia de que el juez Roberts reciba una audiencia imparcial, una audiencia oportuna y una audiencia que aporte al prestigio de nuestra nación, dijo Bush.   Le deseo lo mejor.

Después de su reunión con Bush, Roberts fue al Congreso para reunirse con autoridades del Senado, que decidirá si será el reemplazante de la jueza renunciante Sandra Day OConnor y el primer miembro nuevo de la corte en más de una década.

Tal vez por el camino vio a las centenares de mujeres que manifestaban por la calle en la que se enfrentan, desde aceras opuestas, la Corte Suprema y la fachada oriental del Capitolio. Portaban carteles con las leyendas,   Salven a Roe y   Nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestro derecho de decidir.

Roberts ha expresado dos posiciones aparentemente contradictorias sobre el aborto. En un escrito a la Corte cuando era abogado de la Casa Blanca bajo el presidente Bush padre, dijo que Roe v. Wade   fue un fallo erróneo que debería ser anulado. Pero en su audiencia de confirmación en el 2003 a su actual puesto en la corte federal de apelaciones, dijo que ese fallo era   la ley consagrada de la nación.

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Bush presentó a Roberts al país el martes por la noche como un hombre   de buen corazón y un jurista que   aplicará estrictamente la Constitución en las leyes, sin legislar desde el estrado.