El ciclón Emily azotó este miércoles a México por segunda vez en 72 horas, barriendo lentamente el Estado de Tamaulipas (nordeste), fronterizo con Estados Unidos, antes de perder fuerza y convertirse en una tormenta tropical.

Emily tocó tierra a primera hora del día en el municipio de San Fernando, una localidad básicamente pesquera en la denominada Laguna Madre de Tamaulipas, señaló el gobernador, Eugenio Hernández.

"Hasta el momento no tenemos reportes de pérdidas humanas, afortunadamente", señaló el gobernador en entrevista radiofónica.

Publicidad

Con el transcurso de la jornada el ciclón Emily perdió fuerza y se convirtió en una "tormenta tropical", indicó el Centro Nacional de Huracanes  (NHC) con sede en Miami (Florida, sudeste) en su informe del miércoles a las  00h00 GMT del jueves.

El centro de la tormenta tropical se situaba a esa hora a unos 100 Km. al  sur-suroeste de Monterrey (México) y a 195 Km. al sudoeste de McAllen (Texas,  sur).

Emily se desplaza en dirección oeste a unos 19 km/h y esta tendencia  debería continuar en el curso de las próximas 24 horas. Los vientos soplan a 80  km/h con ráfagas más fuertes. Emily debería continuar debilitándose y podría  convertirse en una simple "depresión tropical" en las próximas horas.

Publicidad

Dos días antes, Emily atravesó la península turística de Yucatán, donde una  amplia movilización de las fuerzas federales y estatales evitó víctimas, aunque  los daños ascendieron como mínimo a 25 millones de dólares.

En Tamaulipas, más de 17.000 personas fueron evacuadas en al menos seis localidades de la fachada costera.

Publicidad

La localidad fronteriza de Matamoros sufrió grandes precipitaciones y rachas de viento que tumbaron decenas de carteles, postes de energía y al menos una torre de comunicación, pudo comprobar un reportero de AFP.

"Estaba muy asustada, el viento soplaba muy fuerte y pensé que los anuncios se caían sobre mi casa", dijo Beatriz Martínez, habitante de Matamoros.

Se produjeron cortes de electricidad en distintos barrios de la ciudad, mientras que muchas localidades pesqueras quedaron desiertas tras una operación de evacuación en la que colaboraron más de 1.000 miembros del Ejército, Protección Civil y policía.

"Afortunadamente tenemos saldo blanco en Matamoros ya que se actuó de manera oportuna para evacuar a las personas que se encontraban en zona de alto  riesgo", informó Fernando Pérez Chapa, vocero del municipio fronterizo con Brownsville (Texas).

Publicidad

"Seguimos a la espera de las lluvias que se dejarán sentir en el transcurso  del día", había pronosticado Álvaro Fernández Palomares, titular de Protección Civil en Nuevo Laredo, otra de las ciudades de Tamaulipas más al oeste.

"Las lluvias evidentemente se van a arreciar en cuanto se acerque más el ojo del huracán", señalaba por su parte el gobernador de Nuevo León al caer la  tarde.

Nuevo León, cuya capital Monterrey es el principal centro industrial de  México, ya sufrió en 1988 los embates del huracán Gilberto, el más mortífero de las últimas décadas, que causó centenares de muertos en distintos estados del país.

"Desde el día de ayer instrumentamos la última parte del programa de prevención al iniciar las evacuaciones de la población en zonas de riesgo", aseguró el gobernador de Nuevo León en entrevista radiofónica.