Un emisario francés se reunió con un comandante guerrillero para intentar conseguir la libertad de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien lleva más de tres años secuestrada por las FARC, en una gestión que fue autorizada por el gobierno colombiano.
Yo no quiero dar detalles sobre el particular, lo importante es que el gobierno sí había autorizado la facilitación al gobierno de Francia para interceder por una persona secuestrada, dijo el miércoles el ministro del Interior y Justicia, Sabas Pretelt, a ser interrogado por la prensa.
Es una facilitación para que se fuera a conversar con ellos (las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia, FARC), agregó Pretelt a la salida del Te Deum en la Catedral de Bogotá, ceremonia con que parten las celebraciones del Día de la Independencia.
El ministro rehusó dar más detalles sobre cuándo y dónde se celebró la reunión, así como no reveló la identidad del delegado que participó en el encuentro con el vocero de las FARC, Raúl Reyes.
Según afirmó el diario El Tiempo en su edición del miércoles sin citar fuentes, un enviado del presidente francés, Jacques Chirac, se entrevistó con Reyes hace 10 días en un sitio no precisado.
El matutino añadió que el encuentro fue aprobado por el presidente Alvaro Uribe, quien se comprometió a mantener en reserva la información. La reunión habría sido acordada de manera directa entre el grupo guerrillero y el gobierno francés.
Ojalá tengamos éxito y ojalá (las FARC) se metan de una vez por todas en un proceso de paz. El gobierno está dispuesto, cese de hostilidades es lo único que tienen que hacer, indicó Pretelt.
La embajada de Francia en Bogotá estaba cerrada por ser feriado en Colombia, y no hubo funcionarios para comentar el tema.
Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial, aseguró a Radio Caracol que Reyes habría afirmado que Ingrid se encuentra bien de salud, pero muy deprimida.
Esta no es la primera vez que el gobierno francés realiza gestiones en terreno para conseguir la libertad de Betancourt, que también tiene nacionalidad gala.
En julio del 2003, el gobierno francés envió una misión a Brasil para conseguir noticias sobre la salud de la secuestrada por petición de su familia, pero los delegados que llegaron a una zona fronteriza con Colombia no consiguieron ese objetivo.
Betancourt, de 44 años, fue secuestrada el 23 de febrero de 2002, cuando se dirigía al municipio de San Vicente del Caguán, donde tres días antes se habían roto las negociaciones de paz entre el anterior gobierno y las FARC.
Desde entonces, las FARC la incluyeron en una lista de unos 60 políticos y uniformados --más tres estadounidenses--, que la guerrilla propone liberar a cambio de la excarcelación de centenares de rebeldes.
Sin embargo, el gobierno de Uribe y la principal guerrilla izquierdista del país mantienen posturas encontradas sobre las condiciones para alcanzar un acuerdo humanitario.
Las FARC exigen la desmilitarización de dos municipios para negociar el acuerdo y que todos sus combatientes que sean excarcelados vuelvan a las filas de las FARC, incluso los líderes rebeldes Simón Trinidad y Sonia, ambos extraditados a Estados Unidos por narcotráfico.
Pero Uribe ha sido claro en señalar que no desmilitarizará territorio, que los rebeldes eventualmente liberados no deben volver a delinquir y rechaza excarcelar a los insurgentes involucrados en crímenes de lesa humanidad.