Tres personas han muerto y más de ocho millones se han visto afectadas por las lluvias torrenciales y los vientos de 144 kilómetros por hora que acompañan al tifón Hai-tang en su paso por el sureste de China, donde han sido evacuada una población de 1,2 millones de habitantes.

Las provincias de Fujian y Zhejiang, en la costa del Mar de la China Oriental, son las más afectadas, aunque las autoridades de zonas próximas, como la metrópolis oriental de Shanghai, han pedido a los ciudadanos que estén alerta y salgan de casa lo menos posible.

Las tres muertes se produjeron en Zhejiang, una de las provincias más prósperas del país y la más afectada por el tifón, donde el tifón ha obligado a evacuar a 558.000 personas y ha causado pérdidas materiales que han afectado a seis millones de habitantes, informó a EFE el Ministerio de Asuntos Civiles.

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Los medios de comunicación chinos ofrecieron imágenes de soldados colocando diques en ríos para evitar su desbordamiento, zonas ribereñas inundadas de agua y lodo y familias abandonando sus casas ya anegadas.

En la localidad de Cangnan, una avalancha de lodo y rocas causada por las torrenciales lluvias caídas en una autopista del distrito provocó la destrucción de numerosas viviendas.
En la otra provincia más sacudida, Fujian, los afectados son 2,13 millones, los evacuados 863.000 y se han registrado 21 heridos.

Las autoridades de esa zona obligaron a suspender todas las actividades turísticas, prohibieron las labores pesqueras a más de 17.000 buques locales y desviaron todos los vuelos con destino a la capital provincial, Fuzhou, a los aeropuertos más seguros de Xiamen y Shanghai.

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Además, se ha prohibido a los hoteles de las zonas más afectadas que admitan nuevos huéspedes.

Hai-tang, el tifón con más fuerza de los últimos cinco años, había causado previamente a su paso por la isla de Taiwán dos muertos y nueve desaparecidos, además de paralizar prácticamente la vida de la isla, obligando el cierre de escuelas, centros de trabajo y oficinas gubernamentales.

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El Ministerio de Asuntos Civiles chino destacó hoy que las fuertes lluvias persistirán, por lo que "es posible que haya más desastres naturales", así que pidió a protección civil y control de inundaciones que sigan en estado de alerta.

Las pérdidas económicas aún no han sido calculadas, pero se espera que sean millonarias, debido a las numerosas viviendas y hectáreas de tierras de cultivo dañadas por las fuertes lluvias y vientos.

La misma fuente señaló que el Hai-tang (nombre de una flor china) llegó a China ayer con menos fuerza de la que mostró en Taiwán y que pierde potencia a medida que se adentra en el interior del país.

Las zonas costeras del este y el sur de China sufren cada año una decena de tifones (similares a los huracanes de América), sobre todo durante el verano, en que todo el sur del país se ve azotado por inundaciones y desastres naturales similares.

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Otras provincias chinas también han sufrido fuertes tormentas en los últimos días, aunque no originadas por el tifón.

En Hubei, ocho personas murieron y cuatro están en paradero desconocido debido a las fuertes lluvias, que derribaron más de 1.500 casas y dañaron campos de cultivo, causando pérdidas por valor de 15,6 millones de dólares (12,9 millones de euros).

La pasada semana, el Gobierno chino informó de que más de mil personas han muerto en lo que va de año en el país debido a desastres naturales, principalmente inundaciones, en las que hubo 764 fallecimientos y 191 desaparecidos.

El año pasado, el tifón Ranarim causó también en la provincia de Zhejiang la muerte de 164 personas y 24 desaparecidos, en el peor desastre natural de este tipo ocurrido en el último medio siglo en China.