México evacuaba ayer a miles de personas en el estado de Tamaulipas, fronterizo con EE.UU., ante la llegada del huracán Emily, que ganó nuevamente fuerza al pasar por las cálidas aguas del Golfo de México, tras causar daños por 25 millones de dólares en Yucatán, centro turístico del país.

Emily, un ciclón del Atlántico que podría alcanzar hoy la categoría 3, en una escala de cinco, obligó a miles de personas al noreste de México y el sur de Texas, EE.UU., a buscar terrenos más altos y mantenía ayer interrumpido el grueso de la producción petrolera y todas las exportaciones de crudo del país.

Pero México se encuentra amenazado además por Eugene, una tormenta tropical del sistema del Océano Pacífico que mantiene en alerta a los estados de Colima y Jalisco, donde se prevé que provoque fuertes lluvias.