La presencia de las Fuerzas Armadas ecuatorianas en la frontera con Colombia ha contribuido a la tranquilidad de los  que viven en las riberas del río San Miguel.
Pero, ese blindaje militar contrasta con la ausencia de ayuda social a favor de sus habitantes.

En un recorrido realizado los pasados  viernes y sábado, un grupo de legisladores acompañados por el ministro de Defensa, Solón Espinosa, y del alto mando militar, constató el ejercicio de la soberanía que realiza  Ecuador en el cordón fronterizo. Pero, también se verificó la ausencia de sus similares al otro lado del río San Miguel, que divide a los dos países. 

Solón Espinosa, al terminar el recorrido aéreo y terrestre, afirmó que el país debe estar tranquilo porque en  territorio ecuatoriano no hay fuerzas irregulares y los militares ejercen soberanía.

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El Estado no se involucrará en el problema interno de Colombia,  aunque las Fuerzas Armadas tienen claro la amenaza que significa tener al otro lado fuerzas irregulares, ratificó.

En los dos días, la Brigada de Selva 19 Napo, el Batallón de Selva Tungurahua, Batallón de Fuerzas Especiales 54 y el Batallón de Selva 55 Putumayo, mostraron a los diputados y a la prensa el trabajo que realizan. El objetivo es contrarrestar los efectos del conflicto colombiano, ejercer soberanía y patrullajes para detectar bases clandestinas, actividades ilícitas y sitios de abastecimiento para la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al otro lado.

El presidente de la Comisión de Asuntos Amazónicos del Congreso, Julio González (PK), destacó que en los recorridos por Lumbaqui, La Bermeja, Lauro Guerrero, General Farfán, Puerto Nuevo y Puerto El Carmen, se verificó el profesionalismo militar ecuatoriano en la frontera. 

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El presidente ejecutivo de la Udenor (Unidad de Desarrollo del Norte), Iván Zambrano, defendió la gestión de ese organismo y afirmó que se han hecho obras en las seis provincias como plantas de agua, puentes, aunque indicó que nunca serán suficientes para un pueblo necesitado.