El poblado costero de Tamarindo amaneció este domingo consternado tras un accidente aéreo que costó la vida de seis personas, entre ellas tres niños, mientras se retomaron las labores de recuperación de cuerpos.

El pequeño hidroavión se precipitó al mar el sábado a unos cinco kilómetros de playa Flamingo, ubicada a 260 kilómetros al noroeste de la capital costarricense.

Habían seis personas a bordo: el piloto Greg Gund, Cindy Ruetz junto a sus hijos Justin y Jack, de 11 y 10 años respectivamente, así como Paul Kells y su hijo Connor, de unos nueve años, quienes estaban de visita y planeaban retornar a California el domingo.

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Ellos son amigos de los Ruetz, que hace un año se habían mudado a Flamingo con el fin de que su hijo menor se recuperara de una intoxicación con mercurio. Les sobrevive su padre Don, propietario de un gimnasio en la zona. Apenas supo de la noticia, se encerró en su casa.

El plan era viajar a San José para ver la capital desde el aire en la avioneta de Gund. El joven poseía además otra tipo Cesna.

Gund forma parte de una prominente familia originaria de Cleveland. Su padre, George Gund, fue propietario entre otros del equipo de hockey Sharks de San José, California, y vía teléfono le confirmó a la AP que su hijo estaba a bordo de la avioneta accidentada.

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Es duro de decir... es el sentimiento que tengo, dijo al indicar que el cuerpo de Greg no ha sido recuperado.

La aeronave se hundió unos 40 metros con Gund y dos de los menores adentro. Las labores reiniciaron desde las 6.00 el domingo con un equipo de 14 buzos, la mayoría voluntarios de la zona destacó a la AP José Cruz, jefe policial del sector.

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Están realizando una primera inmersión para ver en que situación están ahora los restos, es difícil la visibilidad por la profundidad. Los trabajos seguirán hasta que los saquemos o oscurezca, expresó Cruz.

En tanto los vecinos de Tamarindo y Flamingo no salen de su consternación.
Era gente muy especial... todos estamos impactados por lo que les sucedió especialmente por los niños, resaltó el vecino Héctor López al matutino Al Día, en tanto Carlos Soto, otro lugareño, los describió como   personas muy agradables.

Relataron que Cindy planeaba abrir una sala de yoga en el gimnasio.
Por su parte Jimmy Rodríguez destacó que   aunque (Gund) provenía de una familia de muchos recursos, era sumamente sencillo y amable.

Este es el tercer accidente con saldo mortal en lo que va del año. En el primero el 27 de mayo fallecieron tres costarricenses. Apenas tres días después otra avioneta con paracaidistas cayó al mar y solo sobrevivió el estadounidense Willian Slatery mientras fallecieron dos costarricenses y otros tres estadounidenses.

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