“Tengo las manos limpias; me voy del gobierno con la cabeza erguida”, fue la breve despedida de José Dirceu, el segundo hombre más poderoso en el gobierno y hasta el pasado 17 de junio ministro de la Secretaría de la Presidencia.

Dirceu fue acusado de dirigir un esquema de sobornos a parlamentarios y en febrero del 2004 su asesor Waldomiro Diniz, fue acusado de cobrar sobornos a empresarios del juego ilegal.

Dirceu, de 59 años, nació en Passa Quatro, estado de Minas Gerais, estudió leyes en la Universidad Católica de Sao Paulo y se inició en la política brasileña como líder de grupos estudiantiles radicales.

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Fue detenido en 1968 y en septiembre de 1969 fue canjeado, junto a otros 13 presos políticos, por el embajador de EE.UU. Charles Elbrick, secuestrado por la guerrilla durante el régimen militar.

La dictadura militar le despojó de su nacionalidad brasileña y fue deportado.
Vivió y se entrenó como guerrillero en Cuba hasta 1971 cuando regresó a su país clandestinamente, con el rostro modificado por una cirugía plástica.

Regresó a La Habana hasta 1975 y volvió a Brasil bajo la falsa identidad de un empresario de origen judío, Carlos Enrique Gouveia de Melo.

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Con esa falsa identidad se casó con Clara Becker, quien no conoció su verdadero nombre hasta cuatro años después, ya con un hijo de ambos, cuando el gobierno decretó una amnistía.

Tras recuperar su nombre, Dirceu fue uno de los fundadores del PT y en 1995 se convirtió en el presidente del partido, cargo hasta entonces ocupado por Lula y desde esa fecha ha sido reelegido para el cargo.