Desde este lunes los estudiantes de la escuela Alberto Perdomo, situada en la calle 24 y la P (suburbio oeste) podrán tomar el agua del establecimiento con mayor confianza.

Así lo señalaron ayer los funcionarios de la subsecretaría de Salud tras entregar una máquina procesadora de cloro a los  directivos del establecimiento y purificar el líquido.

El sector donde funciona la escuela se registró el mes pasado un brote de hepatitis A, lo que provocó las protestas de la comunidad en contra de la concesionaria Interagua.

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A esa empresa la responsabilizaron por la mala calidad del líquido que, según denunciaron, proveía a la zona.

El subsecretario de Salud, Federico Cedeño, anunció ayer que 50 máquinas de este tipo serán distribuidas en los subcentros de salud de la ciudad y en el cantón Durán.

Cedeño no especificó el monto de la inversión, pero destacó que se realizará una jornada de capacitación sobre el uso de estos aparatos.

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La subsecretaría impulsa además el plan de entrega de suplementos vitamínicos en las unidades educativas. El proyecto consiste en la repartición de tarros del producto en sectores populares.