La ofensiva nipona de impactar sus aviones en barcos enemigos ahora se repite en suicidas con otros objetivos.

Los últimos atentados suicidas contra el metro y un bus en Londres, que dejan ya 54 muertos, y contra un convoy estadounidense en Iraq, que mató a 32 niños, han hecho surgir nuevamente el término kamikaze.

La palabra japonesa kamikaze se origina de los vocablos “kami”, que significa “dios” y “kaze”, que quiere decir viento, y se suele traducir como “viento divino” o “aliento de los dioses”.

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Según la leyenda, en el siglo XII ante la inminencia de una invasión por mar por parte del mongol Gengis Khan, los japoneses oraron a sus dioses que en respuesta formaron un tifón al que denominaron “viento divino” o “kamikaze”, que hundió los barcos mongoles.

Los kamikaze alcanzaron notoriedad en Occidente por los pilotos suicidas japoneses de la II Guerra Mundial y en la actualidad su uso se ha extendido para llamar así a los pilotos suicidas o simplemente a los suicidas en general.

La idea de utilizar a los pilotos como bombas humanas fue del almirante Takijiro Onishi, quien en octubre de 1944 usó esa maniobra para intentar equilibrar la superioridad de la Marina estadounidense en el Pacífico Sur.

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Los kamikazes eran pilotos que realizaban misiones suicidas para causar el mayor daño posible al enemigo, con resultados simbólicos en lo material, con profundo efecto psicológico en soldados aliados.

Guerra santa 
Rosendo Fraga, en su artículo ‘Terrorismo, religión y medios de comunicación’, en la página internet nuevamayoría.com, afirma que el informe anual del Departamento de Estado norteamericano sobre el terrorismo en el mundo muestra que el fenómeno de los atacantes suicidas aumentó el año pasado.

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Fraga explica que el suicida parte de una interpretación de la religión, en virtud de la cual gana la vida eterna con su sacrificio y que hoy entre el 3% y el 4% de la población musulmana está dispuesta a inmolarse, es decir, entre 2 y 3 millones de musulmanes.

El analista Xavier Ganero Kinosista explica en internet, en su artículo ‘Terrorismo islámico y la nueva Guerra Fría’, que actualmente se vive una politización del Islam que deriva en una nueva interpretación del Corán, libro sagrado musulmán, que consideraba a la Yihad como un esfuerzo de paz usando la violencia bajo ciertas condiciones y reglas.

Ganero dice que a raíz de su politización se interpreta que el Islam permite el terrorismo en lo que los especialistas llaman como Nueva Yihad.

Así, según esa concepción, los 18 fundamentalistas que murieron en el ataque a las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001, cayeron en cumplimiento del deber y no serán considerados criminales sino “mártires” de la nueva guerra santa, que cumplieron la voluntad de Alá y que como recompensa tienen el paraíso.

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Mientras, células terroristas de matriz islamista están “potencialmente preparadas” para atacar países como Italia.

EN ALERTA

54 VÍCTIMAS
Las autoridades británicas elevaron ayer la cifra oficial de víctimas fatales a 54, tras el atentado de la semana pasada al metro y un bus en Londres.

DOS MINUTOS DE SILENCIO
Millones de personas a lo largo de Europa,  excepto Rusia, rindieron ayer un tributo de silencio a las víctimas de los ataques suicidas, en una iniciativa de la Unión Europea.  

IMÁGENES DE TERRORISTA
Una semana después de los atentados de Londres, la Policía divulgó ayer imágenes de las cámaras de seguridad de Hasib Hussain,  británico de origen paquistaní de 18 años, terrorista suicida que detonó una bomba en el ataque contra un autobús, que causó 13 muertos.