El Reino Unido se paró este jueves al mediodía para homenajear con dos minutos de silencio a las víctimas de los atentados del pasado día 7, que causaron 52 muertos y más de 700 heridos.

Londres, una ciudad en continuo movimiento, se paralizó durante esos dos minutos, cuyo comienzo vino determinado por las campanadas del símbolo sonoro por excelencia de lo británico: el Big Ben, el reloj de las Casas del Parlamento.

Los autobuses y vehículos pararon, las tiendas cesaron sus actividades, la gente salió de las oficinas y formó pequeños grupos en la calle: la City entera  quedó en silencio durante dos minutos, al toque de las doce del mediodía,  comprobó la AFP.

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Los buses y los taxis detenidos, con los pasajeros y los chóferes en la calle al pie de los vehículos; los establecimientos comerciales desiertos y sus empleados y clientes en la puerta, o las oficinas y entidades bancarias sin actividad con todo su personal en actitud de recogimiento.

La propia reina Isabel II de Inglaterra se sumó al dolor y al sentimiento de la nación y guardó los dos minutos de silencio en su residencia oficial del Palacio de Buckingham.

Hasta la Bolsa de Londres suspendió sus actividades por algunos instantes  para recordar a los 52 muertos y más de 700 heridos en los atentados de la  semana pasada contra tres trenes del metro y un autobús londinenses.

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Lo mismo hizo el primer ministro británico, Tony Blair, quien permaneció en silencio a la puerta de su despacho oficial, el 10 de Downing Street.

El viceprimer ministro, John Prescott, acompañó al alcalde de Londres, Ken Livingstone, y al cantante Bob Geldoff a Trafalgar Square, donde ayer, miércoles, hizo una semana que una multitud jubilosa escuchaba sorprendida que el Comité Olímpico Internacional designaba a Londres como sede de los Juegos Olímpicos de 2012.

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En las dos cámaras del Parlamento británico, los Lores y los Comunes, quedó interrumpida la actividad parlamentaria cotidiana para que los legisladores, como el resto de los ciudadanos y residentes del Reino Unido, pudieran rendir su homenaje a las víctimas y expresar su condena por los atentados, los más graves ocurridos en toda la historia de este país.

Tras los dos minutos de silencio, la gente estalló en aplausos, en un signo  de "desafío a los terroristas", como pidió el alcalde de Londres Ken  Livingstone.

"Londres recordará a todos aquellos que murieron el jueves pasado y  desafiará a los que tratan de cambiar el carácter de la ciudad mediante  acciones terroristas", declaró el alcalde de la ciudad.

El arzobispo de Westminster, el cardenal Cormac Murphy O Connor, dirigió  una breve reflexión desde la explanada de la catedral de Westminster.
La BBC también marcó los dos minutos de silencio en sus programas en sus  cadenas BBC1, BBC2, BBC News 24.

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A finales de esta tarde, millares de personas acudirán a la Plaza  Trafalgar, en el centro de Londres, para una vigilia por los muertos, heridos y  desaparecidos en los ataques del jueves.

Mientras, la policía británica despliega una gran operación para encontrar  a otros miembros de la célula que ejecutó los atentados. La noche del  miércoles, la brigada antiterrorista allanó varias viviendas en Aylesbury, al  norte de Londres.

Este jueves, el gobierno británico atribuyó oficialmente los atentados a la  red de Usama ben Laden.

En un comunicado que enumera la lista de los atentados cometidos en los 12  últimos años por Al Qaeda, publicada en el portal internet de los servicios del  primer ministro Tony Blair, Downing Street cita los atentados del 7 de julio en  Londres como la 31ª operación dirigida por la red terrorista.

Hasta el día de hoy, Downing Street no había atribuido oficialmente los  atentados del 7 de julio a Al Qaeda. "Sabemos que esta gente actúa en nombre  del islam", declaró el primer ministro Tony Blair el día de los ataques.

"Es probable" que los autores de estos atentados sean los mismos  "terroristas extremistas islamistas" que organizaron los atentados de Madrid y  Nueva York, agregó Blair el 11 de julio, evitando citar directamente a Al Qaeda.

Mientras la policía centró sus esfuerzos en encontrar a los que organizaron  los ataques, el diario The Times escribió el jueves que los investigadores ya  saben que el cerebro de los atentados es un hombre de origen paquistaní, de  unos 30 años de edad, que salió del país un día antes del ataque.

Siempre según el Times, el hombre, que ha estado involucrado en anteriores  atentados terroristas de Al Qaeda, llegó a un puerto británico el mes pasado y   se reunió con los kamikazes en Leeds