La policía británica buscaba ayer al “cerebro” detrás de los ataques suicidas en Londres, mientras el país se estremecía por las noticias de que los atacantes, de origen musulmán paquistaní, habían nacido y crecido en Gran Bretaña.

Expertos en seguridad dijeron que los primeros atacantes suicidas con bombas en golpear a Europa occidental, matando al menos a 52 personas, pueden haber sido entrenados y dirigidos por un militante islámico de más alto rango, probablemente aún libre y que pueden existir futuros atacantes suicidas.

Scotland Yard busca a este quinto terrorista, que podría ser “el organizador” y coordinador de los ataques o “el experto en explosivos”, indicó la cadena británica BBC.

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Los atacantes que volaron tres trenes subterráneos y un autobús de dos pisos el jueves pasado son, según las autoridades: Shehzad Tanweer, de 22 años, Hasib Mir Hussain (19), Mohammmed Sadique Jan (30) y Eliaz Fiaz (30), todos de West Yorkshire (norte de Inglaterra) y miembros de la comunidad étnica paquistaní.

Europa asustada
Los ministros del Interior europeos se reunieron ayer en Bruselas para resaltar la unidad ante el terrorismo y pedir medidas enunciadas hace un año tras los ataques de Madrid, como el almacenamiento obligatorio de grabaciones de teléfonos e internet.

Italia anunció que reforzará los controles fronterizos con Austria y Eslovenia, y realizó más de 200 allanamientos contra islámicos extremistas, deteniendo a 174 personas.

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Francia anunció la suspensión temporal de la “libre circulación de Schengen”, pero España afirmó que la situación aún no lo requiere.

El acuerdo de Schengen es un espacio de libre circulación para más de 320 millones de personas, que simboliza la idea de una Europa que ofrece libertad pero también seguridad. Se suspende en acontecimientos deportivos o políticos como las Olimpiadas o la cumbre del G-8.

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El recurso a kamikazes, si Scotland Yard lo confirma, sería “una primicia  en Europa” y para combatirlo sería necesario “reforzar la vigilancia de los lugares de cultos” y “ser intolerantes con los imanes radicales”, recalcó el ministro francés, Nicolas  Sarkozy.

En Londres, el primer ministro británico Tony Blair anunció el fin de la casi total libertad de expresión de que gozan los predicadores islamistas en el país y que expulsará “a quienes inciten al odio”.