La promoción de un “desarrollo con equidad” en Latinoamérica precisa de  un pacto por la educación que busque “mecanismos innovadores” de financiación como el  canje de deuda por inversiones en el sector.

Esta es una de las recomendaciones de la Declaración de Toledo que divulgaron los ministros participantes en la XV Conferencia Iberoamericana de Educación, clausurada ayer en esta ciudad tras  dos jornadas de debates.

Representantes de 19 países de Iberoamérica y los de Andorra, Portugal y España, indican en su documento final que el acuerdo multilateral que supondría un Pacto Iberoamericano por la Educación puede ser un “instrumento idóneo que favorezca la generación de recursos adicionales para la educación”.

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Los fondos que se obtengan para invertir en educación deberán apoyarse -dicen- en una administración “transparente y eficiente” y en el seguimiento de los nuevos proyectos educativos, teniendo en cuenta a la sociedad civil.

Además proponen fortalecer las funciones del grupo de trabajo constituido en el anterior encuentro, para que se consolide como foro de consulta permanente que impulse el desarrollo del acuerdo y brinde asesoramiento y apoyo técnico a las naciones en los procesos de canje de deuda por educación.

Los ministros de Educación de Iberoamérica también acordaron solicitar a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) que en sus encuentros promuevan acciones hacia otros países para sumarlos a esta iniciativa.

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Los ministros elaboraron la Declaración de Toledo con la intención de trasladarla a los gobernantes en la XV Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado que se celebrará en octubre próximo en la ciudad española de Salamanca.